El avión roquero se parece al avión zapador aún que es ligeramente mayor, y más robusto. El plumaje en la zona dorsal aparece de color pardo claro, mientras que en la parte inferior tiene tonos blanco sucio, sin la banda pectoral del zapador. La cola es recta destacando unas marcas blancas cerca del extremo. Ambos sexos presentan el mismo plumaje, siendo indistinguibles.

Hábitat y Distribución

     Mientras que en invierno utiliza principalmente los acantilados que forman nuestros edificios, en el verano se desplaza a nuestras sierras en busca de roquedos y acantilados rocosos para nidificar. Esta especie puede ser vista por tanto en toda la región de Murcia, desde la costa a las zonas de interior, y a lo largo de todo el año. Aunque no por ello se trata de los mismos individuos, sino que recibimos poblaciones que vienen a pasar el invierno a estas latitudes, desde países del centro de Europa, yendo los que se han reproducido en España a pasar el invierno al norte de África. Es por tanto una migradora parcial.

Costumbres y Alimentación

     Es una especie a la vez sedentaria y migradora. En invierno puede verse en la ciudad de Murcia formando grupos numerosos en dormideros clásicos en cornisas de edificios. En la época de reproducción se desplazan hacia zonas más agrestes de nuestras sierras para construir sus nidos. Los aviones roqueros forman colonias laxas en zonas de roquedo, extraplomos, y cuevas. Construyen un nido de barro con forma de media copa pegada al sustrato rocoso.

     Se alimentan como el resto de las golondrinas, cazando con gran habilidad todo tipo de insectos en vuelo.

Protección y Conservación

     El avión roquero no presenta ningún estatus de amenaza en la actualidad, aunque es incierta la tendencia de sus poblaciones.

Curiosidades

     En Murcia es invernante habitual en las ciudades, donde localiza lugares óptimos para pasar la noche en numerosos grupos. Por la mañana es fácil verlos solearse hasta media mañana en las cornisas de las fachadas de algunos edificios bien orientados.

Vicente Hernández Gil