Juan Lozano Santa nace en Jumilla el 2 de marzo de 1731. Es uno de los representantes paradigmáticos de la erudición de la segunda mitad del XVIII y un personaje clave para cualquier reconstrucción de la historia arqueológica de la Región de Murcia.
La holgada posición económica de la familia le facilitó el acceder a estudios de Humanidades y Latín, estudios básicos para el comienzo de cualquier carrera diplomática o eclesiástica. A los 12 años ingresa en el Seminario de San Fulgencio de Murcia, donde obtiene la Licenciatura en Filosofía, Teología y Derecho Canónico. En 1751 obtiene su graduación en la Universidad de Gandía para ocupar un puesto de Maestro en Artes y Doctor en Teología. Y en 1755 es ordenado sacerdote. También ejerció como traductor ya que dominaba con soltura francés, latín y portugués.
Con el tiempo, pasaría a ser director del Colegio de Teólogos de San Isidoro de Murcia. Don Juan Lozano llegó a ser teólogo de cámara del obispo de Ceuta-Sigüenza monseñor José de la Cuesta y Velarde, llegando a ser, también, su confesor. Y en esta diócesis de Ceuta-Sigüenza instituyó la escuela de Esclavitud de María.
Durante diecisiete años, en los cuales fue canónigo tanto en la diócesis de Sigüenza como en la de Cartagena, don Juan se dedicó a predicar, dar catequesis, doctrina etc., tanto en Murcia como en Sigüenza y en los colegiales de Medinaceli y Berlanga, sin olvidar los ejercicios que solía dar en Aragón y Valencia.
Son dos las obras que caracterizan la labor investigadora del erudito jumillano: Bastitania y Contestania del Reino de Murcia, publicada en 1794, e Historia Antigua y Moderna de Jumilla, obra publicada en 1800.
En Bastitania y Contestania, Lozano quiere dar a conocer las antigüedades de Murcia, como un "anticuario aficionado". En ella realiza en primer lugar un análisis del contexto geográfico, asignando el grueso de la provincia a los bastitanos y restringiendo el área contestana al costa este de la Región hasta Cartagena. Esta separación geográfica se ha mantenido hasta la actualidad, con algunas matizaciones, ya que se ha añadido el río Segura al área contestana, mientras que la amplia comarca lorquina permanecería como bastetana. En su obra también comenta las vías de comunicación y describe las poblaciones del reino.
En la Historia de Jumilla, el canónigo incluye varias láminas que representan mosaicos procedentes de la villa de Los Cipreses, yacimiento que en la actualidad está siendo excavado por la Universidad de Murcia, y exvotos ibéricos de Monteagudo, Jumilla, Archena y Santa Catalina del Monte.
Esta obra, sirvió de base para que D. Jerónimo Molina García (1911-1992), pudiese recorrer todo el término municipal jumillano, localizando de nuevo la villa de Los Cipreses y hallando tres de los siete mosaicos descritos por el Canónigo Lozano.
Su trabajo significó una primera aproximación, aún parcial e incompleta, a la arqueología de la región de Murcia. Los ejemplos que Juan Lozano transcribe, las descripciones de monumentos como la Torre Ciega, la excavación de la villa de Los Cipreses de Jumilla, el descubrimiento de importantes yacimientos como Coimbra de La Buitrera, la representación de exvotos ibéricos procedentes de diferentes yacimientos de la Región, o sus estudios teóricos sobre el romancero popular, que conocen a Jumilla como Coimbra, son en definitiva estudios básicos y de referencia obligada para la reconstrucción historiográfica de nuestra arqueología.
Don Juan Lozano y Santa falleció en Murcia un 22 de julio de 1808, tras una vida dedicada a la pastoral y al estudio, con obras históricas que si bien hoy día deben ser acogidas con la cautela de los conocimientos actuales y la precisión a la que la labor arqueológica ha llegado, ofrecen un rigor y dedicación que todavía la hacen merecedora de recensiones y referencias en la bibliografía de la historia de Murcia y Jumilla.