La figura de Ana María Muñoz Amilibia se encuentra en la raíz de lo que es la actual arqueología en la Región de Murcia.
Nace en San Sebastián en el año 1932. Cursa sus estudios en la Licenciatura de Filosofía y Letras, sección Historia, de la Universidad de Barcelona. Fue Becaria del CSIC en la Escuela Española de Historia y Arqueología en Roma. Se doctoró en 1964 con una tesis sobre La Cultura de los sepulcros en fosa neolíticos en Cataluña, trabajo que marcó sus trabajos posteriores.
En la primavera de 1975 se incorpora a la cátedra de Arqueología de la Universidad de Murcia. Procedía de uno de las universidad española más importantes, la de Barcelona, donde había un gran equipo de investigadores dirigidos por el profesor Maluquer de Motes. En Murcia impartió las asignaturas de Prehistoria, Prehistoria II, Técnicas y Métodos de Excavación, Protohistoria de la Península Ibérica, Arqueología del Próximo Oriente y Grecia, Arqueología Romana, Epigrafía y Numismática. A lo largo de su estancia en Murcia fue directora del Departamento de Prehistoria y Arqueología, así como Vicedecana de la Facultad de Letras.
Su labor investigadora y académica no se limitó a la prehistoria, sino que emprendió una gran actividad arqueológica que abarcaba el mundo neolítico, la cultura ibérica, la romanización e incluso la arqueología medieval, a través del estudio de la muralla islámica de Murcia. A lo largo de todos estos años fue forjando lo que hoy se conoce como Escuela de Arqueología de Murcia, facilitando la formación de los estudiantes de la recién creada Licenciatura de Historia, posibilitando que saliesen a trabajar con otros especialistas y permitiendo el acceso a bibliotecas de referencia. Esta formación ha tenido uno de sus máximos exponentes en la lectura de varias tesis doctorales de sus alumnos en la Universidad de Murcia (Pérez Almoguer, A. El conventus Astigitanus. Universidad de Barcelona, 1978; Lillo Carpio. P. El poblamiento ibérico en Murcia. Problemas arqueológicos. Universidad de Murcia, 1979; Perez Ballester, J. La cerámica de barniz negro del Santuario de Gabii (Italia). Universidad de Murcia. 1983; Ramallo Asensio, S. El mosaico romano en Murcia. Universidad de Murcia. 1984; Ros Sala, Mª Milagrosa. La transición de la Edad del Bronce a la Edad del Hierro en el valle del Guadalentín". Universidad de Murcia. 1987; Ayala Juan, María Manuela. La cultura del Argar en la comarca de Lorca, Murcia Universidad de Murcia, 1989; García Cano, J.M. Las necrópolis ibéricas en Murcia. Universidad de Murcia, octubre 1993).
Durante los años de su estancia en Murcia excavó dos yacimientos que en la actualidad son dos ejemplos paradigmáticos de la arqueología peninsular: Coimbra del Barranco Ancho, yacimiento ibérico donde dirigió un amplio proyecto de investigación entre 1977 y 1983, y Cabezo del Plomo (Mazarrón), hábitat fortifico tipo Los Millares, donde excavó varias casas y un enterramiento colectivo y delimitó la topografía de la muralla.
Junto a la intensa labor académica y arqueológica hay que destacar su gran trabajo investigador, que se traduce en la publicación de una ingente cantidad de poblaciones sobre multitud de líneas de investigación: la escultura ibérica, neolítico español, calcolítico en el sureste, romanización, ...etc.
Sus quince años en Murcia sirvieron para crear de la nada una auténtica Escuela de Arqueología, y para que los períodos históricos que han de ser abordados, estudiados y referenciados mediante la ciencia arqueológica tengan la misma consideración a las restantes disciplinas del conocimiento.
Referente de los arqueólogos de la Región, muere en Madrid a los 87 años (14/06/2019)