Pasados unos días, algunos curiosos se acercaron al lugar de la caída, "y quedaron todos confusos sin saber quién podría haber producido aquello". Como removieron un poco la tierra y no encontraron nada, "olvidaron completamente" el suceso.
Posteriormente, durante la siega de la cebada, a uno de los segadores le llamó la atención el hoyo formado por el meteoro "y escarbando con la hoz tocó un cuerpo duro y resistente, lo que comunicó a sus compañeros", cuya curiosidad les animó a profundizar en el terreno para ver lo qué descubrían.
Encontraron una piedra de figura cuadrangular, color negruzco y de un peso extraordinario comparado con su volumen, pues tenía diez arrobas y quince libras, lo cual, unido a que no se parecía a piedra alguna de las que ellos habían visto hasta entonces en aquellos alrededores ni en otra parte, les llamó sobremanera la atención, quitándole uno de ellos un pedazo con un golpe que le dio con una maza de hierro, según aparece en el documento.
Lugar del impacto
Hasta hace pocos años se desconocía el lugar exacto de Molina de Segura donde impactó la roca. Gracias a las investigaciones realizadas por Jesús Martínez-Frías y Rosario Lunar Hernández y a su artículo “Molina de Segura: the largest meteorite fall in Spain”, publicado en la revista científica Astronomy and Geophysics, se ha podido determinar la zona concreta donde cayó este aerolito.
Para ello tuvieron en cuenta el testimonio recogido de Martínez Fortún que indicó que su hacienda estaba en el "Partido de la Ornera". Recientemente se ha declarado lugar de interés geológico de la Región de Murcia al paraje conocido como "Alrededores del Rellano y meteorito de Molina de Segura", situados entre las pedanías de Campotejar y La Hornera.
Donación del meteoro
Martínez Fortún decidió enviar el aerolito a uno de los museos científicos del Reino, para que estando a disposición de los hombres de ciencia, lo estudiasen con la atención debida. Con este fin recogió los testimonios de los testigos y, junto a otros datos, los incluyó en el informe que registró ante un juez de Murcia.
El meteorito se fragmentó en 16 trozos y pesó 144 kg. En 1863, la reina Isabel II aceptó donar el bólido al Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, donde se exhibe desde entonces. Forma parte de la colección permanente del museo, junto con otros tres fragmentos del mismo de 13,8 y 4 kilogramos.
Los fragmentos restantes del meteorito de Molina de Segura, con el paso de los años, también se repartieron por diferentes colecciones e instituciones del mundo, como el Museo de Historia Natural en Londres (Reino Unido), el Museo Field de Chicago (Estados Unidos) o la colección de meteoritos del Vaticano.
Reproducción del aerolito
El Aula de Naturaleza Alto de El Rellano (Molina de Segura), antigua escuela unitaria de El Rellano, rehabilitada en 1998 para la formación, interpretación y educación ambiental, alberga en su sala de exposiciones la muestra permanente “La historia de Molina a través de los fósiles”, con piezas muy valoradas por los entendidos en paleontología, y la reproducción del fragmento de meteorito caído en Molina en 1858.