En la madrugada del 14 al 15 de octubre de 1879 se produjo una de las mayores tragedias naturales que han asolado la provincia de Murcia. Una gran inundación, conocida como la riada de Santa Teresa porque tuvo lugar en el día de su festividad, ocasionó la crecida de los ríos Guadalentín (entonces llamado Reguerón) y Segura, y arrasó la provincia de Murcia, de lado a lado, desde Puerto Lumbreras hasta Zeneta.
Al día siguiente El Diario de Murcia, un periódico que apenas tenía unos meses de antigüedad, se hizo eco de la magnitud de la catástrofe en su primera página. José Martínez Tornel decidió sustituir la portada monótona, típica de la prensa del siglo XIX, por una primera página espectacular que revolucionó la historia del periodismo murciano.
Difusión de la tragedia
Durante nueve días El Diario de Murcia dedicó sus cuatro páginas a contar cualquier noticia, por insignificante que fuera, que tuviera alguna relación con la riada, obviando cualquier otra información y suprimiendo la publicidad. El éxito de Martínez Tornel en el tratamiento periodístico de la tragedia no sólo propició la visita del Rey Alfonso XII a las zonas devastadas por la riada, sino que además produjo una gran repercusión en la prensa nacional e internacional.
La noticia de la catástrofe llegó a oídos de Edouard Lebey, director de la agencia francesa de prensa Havas. A finales del mes de octubre, Lebey decidió emprender una ingente labor con el fin de recaudar fondos para ayudar a los afectados por la inundación de Murcia. Para ello ideó la posibilidad de organizar una fiesta en el Hipódromo de París y de lanzar un periódico benéfico que recogiera una aportación de las personalidades más importantes de Europa.
Una publicación de un gran valor histórico
A principios de noviembre de 1879 Lebey auspició la fundación de un comité para confeccionar la publicación. El comité, que estaba compuesto por los periodistas franceses más importantes de la época, consiguió la colaboración de personalidades como el Papa León XIII, el Rey de España Alfonso XII o los escritores Alejandro Dumas y Víctor Hugo, quienes aportaron unas líneas al periódico que, finalmente, recibió el nombre de Paris-Murcie.
El 14 de diciembre de 1879 vio la luz Paris-Murcie. La tirada fue de 300.000 ejemplares, que se pusieron a la venta al precio de un franco. El periódico constaba de 24 páginas y aunque estaba escrito en francés no sólo fue distribuido en este país, sino que también se podía adquirir en las redacciones de los periódicos de varios países de Europa. La venta de la publicación fue un éxito. Hoy en día este periódico tiene un gran valor histórico por el inmenso prestigio de sus firmantes.
Juan Antonio Garre