El berro se considera una planta originaria de Europa, de crecimiento silvestre en las zonas cercanas a arroyos y cursos de agua, necesaria para su crecimiento y desarrollo.
Ya entre los persas consideraban esta especie como un alimento ideal para las dietas de los niños. Sus cualidades medicinales fueron explotadas por los griegos: Hipócrates, médico del siglo V a.C. hablaba de sus propiedades estimulantes y expectorantes, así como Dioscórides, médico, farmacólogo y botánico de la antigua Grecia, le otorgaba atributos afrodisíacos.
Más tarde, los romanos lo utilizarían como remedio para la caída del cabello o contra la aparición de caspa en el cuero cabelludo. Algunos autores clásicos como el estudioso Plinio el Viejo (muerto en el año 79 d.C. durante la erupción del Vesubio) ya hablaban de él en sus tratados (Naturalis Historia) indicando sus características o algún rasgo típico de sus propiedades. Así se decía que su nombre derivaba de nasus tortus, cuya traducción es "que hace torcer la nariz", por las muecas o gestos que se realizan tras su ingesta debido a su sabor amargoso.
Su cultivo en Francia se remonta al siglo XVII, aunque una centuria antes Ambroise Paré, conocido como padre de la cirugía moderna, lo recetaría para aliviar la sarna en los niños. Sería ya en el siglo XIX cuando se extendería por todo el país, especialmente en los alrededores de París y la región de Normandía.
Producción en la Región de Murcia
En la Región de Murcia existen principalmente dos zonas productoras de berro: Campo de Cartagena y Águilas.
Las cantidades cultivadas se utilizan principalmente para alimentos de 4ª gama, combinados con verduras y hortalizas. Estos alimentos reciben cierto tratamiento para añadirlos a lotes de ensaladas y otros productos hortícolas, lavados, troceados y listos para su consumo. Así, empresas británicas ubicadas en la Región de Murcia producen artículos conocidos como Brotes Tiernos o Baby Leaf, consistentes en seleccionar las hojas más jóvenes, enteras y tiernas para el consumo en fresco.