El origen del puerro es desconocido ya que, aunque algunos textos clásicos o pinturas egipcias hablan de sus usos gastronómicos, no se ha encontrado su variedad silvestre en ningún lugar del mundo.
Esta planta era consumida ya en Mesopotamia, Turquía o Egipto hace más de 3.000 años, concretamente en este último enclave servía como alimento usual para los trabajadores de las pirámides. Pero serían los romanos quienes extenderían el consumo de puerros por todo el Mare Nostrum, gracias a sus colonias repartidas desde Hispania hasta Oriente Próximo, Norte de África e Islas Británicas. Precisamente en De re coquinaria de Apicio, uno de los escasos textos que aún se conservan relacionados con la gastronomía romana, se hace referencia a diferentes recetas elaboradas con puerros y aparecen en primeros platos romanos acompañados de coles, nabos y rábanos. En el Libro III de esta misma obra existe un apartado completo dedicado a recetas elaboradas con puerro, aderezado con una salsa compuesta por garum, judías, pasas, comino y harina, así como útiles consejos para su cocción.
Con posterioridad, Odón de Meung, segundo abad de la Abadía de Cluny en el siglo X, expone en su obra Macer Floridus el uso del puerro como medicamento para: "hemoptoicos, tos, vientre duro, vientre blando, mordedura envenenada, pulmón, oído, cabeza, lumbago, fracturas, para que cierren las heridas, contra la embriagadez, venéreo".
Sería también durante la Edad Media cuando el cultivo de puerros se extendería por Europa, paliando con su ingesta el hambre en las clases sociales más desfavorecidas económicamente.
En la actualidad, el mayor productor y consumidor de puerro en el ámbito europeo es Francia.
Producción en la Región de Murcia
En la Región de Murcia el cultivo anual de puerros abarca aproximadamente 63 hectáreas, distribuidas entre Torre Pacheco y Cartagena.