Descripción
El Zorro Rojo es difícil de confundir con otros mamíferos silvestres por su larga y espesa cola, el llamado 'jopo', con la punta habitualmente blanca, aunque no siempre. De la cabeza destaca el hocico alargado y las orejas, grandes y prominentes.
El pelaje, aunque varía de coloración según regiones e individuos, pasa desde algunas libreas muy oscuras a otras muy pálidas, siendo más corriente el de tonos pardo rojizos brillantes, con algunas zonas más oscuras en nuca, pecho y patas.
Hábitat y distribución
Es el mamífero más ampliamente distribuido en el mundo, por lo que podemos verlo en cualquier rincón de la geografía regional murciana, desde las partes más áridas, a las boscosas, y desde las más altas, hasta la orilla del mar.
Y aunque se encuentra en todo tipo de ecosistemas, parece ser más abundante en aquellos más heterogéneos, fragmentados, siendo vecino habitual del entorno de núcleos habitados, en los que consigue alimento fácil.
Costumbres y alimentación
El Zorro despliega su máxima actividad en el crepúsculo y por la noche, aunque no es raro verlo de día en épocas de mayor actividad, como en la reproductora. Huya a la menor señal de peligro, o si se siente observado.
Su dieta es omnívora, muy variada, en función de los recursos disponibles en cada momento. Come carroña, conejos, roedores y otros micromamíferos, a veces pájaros, bayas y frutos. También se ha acostumbrado a comer en vertederos y contenedores de basura.
Sus excrementos sirven para señalizar su territorio. Los deposita a lo largo del perímetro del área que defiende, sobre arbustos, piedras o zonas en las que se vean a distancia. El color habitualmente blanco nos indica la presencia de material óseo en su dieta, apareciendo menos compactos y oscuros cuando van cargados de semillas de los frutos ingeridos.
Protección y conservación
No corre ningún tipo de peligro. Muy al contrario, su versatilidad y adaptabilidad a cualquier medio y a casi todo tipo de alimentación, hace que sea una especie muy bien distribuida. Es, además, muy prolífica, por lo que llega a ser localmente abundante, lo que constituye en ocasiones un limitante para las poblaciones de otras especies.
La gestión racional de esta especie implica su inclusión como especie cinegética, y el control de su acceso a vertederos y basuras. Y la prohibición absoluta del uso de trampas y azos, así como de venenos, que diezman no solo a los zorros, sino a otros carnívoros, como la garduña, el gato montés, la gineta, y a muchas otras especies que se ven dañadas a través de la cadena trófica. Todas ellas de enorme importancia en cualquier ecosistema mediterráneo.
Curiosidades
A menudo entierra el alimento sobrante, memorizando la posición de su improvisada despensa, que reabrirá en épocas de necesidad. Si no se acuerda, o no le hace falta, se incorporará como materia orgánica al sustrato, elevando su porción de nutrientes.
Vicente Hernández