El Teatro Romano de Cartagena es uno de los descubrimientos más sorprendentes de la arqueología reciente en el entorno mediterráneo. Muchas civilizaciones se han sucedido en la historia de Cartagena desde la época romana, y por tanto, los restos del Teatro quedaran enterrados durante muchos siglos. La recuperación arqueológica realizada desde 1988, y la construcción del Museo del Teatro Romano, permite ahora a los visitantes pasear por las gradas y el escenario donde hace dos mil años los habitantes de Carthago Nova disfrutaban de espectáculos teatrales. El Teatro Romano fue construido entre los años 5 y 1 a.C. y fue dedicado a dos nietos del emperador Octavio Augusto, Lucio y Cayo César.
Programa epigráfico y ornamental
Debe destacarse la calidad y el volumen del programa epigráfico y ornamental recuperado en el teatro de Cartagena. Piezas como esculturas, capiteles y columnas fueron elaboradas con los mejores materiales y por los mejores artesanos del Imperio.
Ubicación
El Museo del Teatro Romano, diseñado bajo la dirección del arquitecto Rafael Moneo, se ubica en el casco antiguo de la ciudad, junto al puerto, en dos edificios contiguos unidos por un corredor subterráneo, y finaliza con la visita al Teatro Romano.
La singular superposición parcial de la llamada Catedral Antigua (Santa María La Vieja) sobre una parte del graderío del teatro, es el testimonio del paso de diferentes civilizaciones y culturas, mediante una sucesión de núcleos de población que han convertido esta zona de la ciudad en un auténtico libro de historia, narrado a partir de sus testimonios materiales y objetos de la vida cotidiana.