El origen de la canela se remonta al III milenio a.C. y su procedencia es incierta ya que existen diversa hipótesis que ubican este árbol en Sri Lanka, las Indias Occidentales y China.
En este último país es conocida desde el año 2500 a.C. constituyendo un producto tan apreciado como el oro. No obstante existen otras zonas donde también fue utilizada para ofrendas religiosas como en Oriente Medio, donde el primer manojo se ofrecía al sol y con el segundo encendía el fuego sagrado para sus sacrificios a los dioses. También los habitantes del Antiguo Egipto fueron conocedores de las propiedades de esta especia, comerciando con ella y otras plantas aromáticas como la mirra. Incluso en las historias que se cuentan de Salomón y la Reina de Saba está presenta la canela. Ya en estas fechas tan tempranas eran conocidas sus propiedades como afrodisíaco.
En el Mar Mediterráneo fue introducida por los comerciantes fenicios y árabes desde islas situadas junto a Zanzíbar. Los primeros bautizaron esta especia como guinnamon, transmitiéndolo a los griegos y romanos que convertirían su nombre en kinnamom y cinnamomum respectivamente, germen de su terminología botánica.
Los romanos, comerciaron con países como India o Ceylan e iniciaron el consumo de canela en su gastronomía al final de su etapa imperial (entre los siglos III y IV d.C.), introduciéndola en sus dominios a través de la ruta de la seda desde China hasta las zonas orientales de Europa y las colonias egipcias del Mar Rojo.
Los emperadores romanos utilizaban la canela como perfume ya que los seplasarii o perfumistas la vendían al pie del Capitolio, incluso se cuenta que Nerón, tras la muerte de su esposa, hizo quemar en una pira funeraria toda la canela almacenada en la ciudad de Roma.
Ya en la Edad Media se conocen otras leyendas e historias relacionadas con esta especia, pasajes asombrosos sobre su recolección o Islas en las que su calidad sobrepasaba lo imaginable. Una de ellas, Ceylan, fue considerada por Marco Polo como el mejor lugar del mundo para disfrutar de canela. No obstante parece que ocultó esta información para no entorpecer la situación privilegiada que en esos momentos (siglos XIII y XIV) ostentaba Venecia con relación a su comercialización y al desorbitado precio que ponían desde esta ciudad del norte de Italia a esta especia.
Durante el siglo XVI la canela de Ceylan sería explotada por los portugueses, aunque más tarde los holandeses conseguirían la concesión absoluta de su comercio a través de la compañía de las Indias Orientales, extendiendo su consumo por toda Europa.
De esta zona provienen los primeros árboles plantados en las Islas Seychelles y Reunión, con una producción muy importante en la actualidad.
Durante la Edad Media, era utilizada en el Viejo Continente en cocina, pero además con ella se elaboraban cosméticos, bálsamos, medicinas contra la tos o la indigestión y perfumes (de inspiración romana).
Producción
En la actualidad las principales zonas productoras de canela son Sri Lanka, India, sur de China, Isla de Madagascar y Brasil, donde fue introducida por los comerciantes portugueses.