El origen del término alcaparra proviene del griego caparis y del árabe alkabara, apareciendo referencias en textos antiguos sobre las propiedades curativas y gastronómicas de la planta.
Las primeras evidencias de existencia del alcaparro se encuentran en Asia, siendo los griegos quienes lo introdujeron entre los pueblos del Mediterráneo, sobre todo España e Italia, multiplicándose rápidamente gracias a la adaptación al clima cálido y soleado.
En la Región de Murcia crece de forma espontánea a la orilla de caminos y carreteras, en zonas costeras o de interior, otorgando al paisaje un característico aspecto de campos de secano cultivados, enmarcados por alcaparros en sus lindes y desmontes.
Características
Las alcaparras o tápenas son los botones de la flor del alcaparro Capparis spinosa, un arbusto caparidáceo, perenne de flores blancas también conocido como 'tapenera', muy típico de campos de secano. Los frutos que nacen a partir de estas flores reciben el nombre de alcaparrones o caparrones, con una textura carnosa y jugosa, con péndulo de 4 cm. y diferente color según su madurez, pasando del verde al rojizo.
Las ramas más tiernas de esta planta, normalmente las que se encuentran en los extremos externos se conocen como tallos, rastreros y que se renuevan anualmente, pudiendo llegar a alcanzar los 6 metros de longitud en plantas cultivadas. Todos ellos se consumen en la Región de Murcia después de haberlos encurtido con agua, vinagre y sal. Tres productos diferentes de una misma planta que se pueden observar y recolectar en épocas diferentes, desde abril hasta septiembre.
El alcaparro crece en diversos climas y suelos, aunque es una planta que prefiere temperaturas cálidas y secas, aumentando así su número y mejorando la calidad de sus flores para la reproducción. La adaptación a estas condiciones ambientales ha hecho que sus semillas presenten dureza e impermeabilización por lo que su germinación es complicada, necesitando un mínimo de 120-200 mm de agua anual.
La alcaparra en la literatura
Numerosos autores, mayoritariamente poetas, del siglo XX han hecho alusión en alguno de sus poemas a las alcaparras o tápenas entre ellos Gloria Bosch, Germán Pardo García o Alfonso Canales. No obstante también son mencionadas en la literatura grecorromana, en obras como la 'Cena de Trimalción' de Petronio, y en alegorías sobre la vejez en el Antiguo Testamento:
'El almendro comenzará a florecer, la langosta resultará una cargay la alcaparra no servirá para nada.Pues el hombre va a su hogar eterno, y en la calle se escucha ya a los que lloran su muerte'. (Eclesiastés 12, 5)
Dentro de la literatura humorística y sarcástica también ha tenido aceptación la alcaparra debido a la sonoridad de su nombre. Así se pueden encontrar trabalenguas como:
Estaba en el campo Parra / con el perro de Roque Esbirro / y la perra de Juan Gorra; / agarra Parra una porra / para pegar al perro, / tropieza Parra en un puerro / y caen sobre la alcaparra / perra, perro, Esbirro, Gorra y Parra.
Propiedades
Los componentes principales de las alcaparras y alcaparrones son el agua y los hidratos de carbono. Apenas contienen grasas por lo que poseen importantes beneficios para el organismo, ya que el aporte calórico es muy bajo (100 gramos de alcaparras contienen 25 calorías aproximadamente). El botón de la flor del alcaparro, la alcaparra o tápena, es valorado por sus aplicaciones en la farmacopea gracias a sus propiedades diuréticas, antirreumáticas, antiartríticas (debido a la caparirutina) y cosmetológicas.
También se ha utilizado en la Región de Murcia, por influencia andaluza, para combatir el dolor de muelas mediante enjuagues bucales, como curación en heridas infectadas, mediante infusiones que combaten los padecimientos estomacales y para evitar la caída del cabello.
Existe un escrito del siglo XIV, Sevillana Medicina, que comenta algunas de sus propiedades:
'Alcaparras: la rayz y las fojas y el fruto todos son calientes y secos en segundo grado, y son abrideras y desolutiuas, y alimpian los humores del estomago, y abren los caños del figado y del baço, y sueltan la orina, y los mestruos de las mugeres y dan apetito de comer...'.