Martín de Ambel y Bernad (1592-1661)
En ocasiones, y a pesar de la falta de datos y documentos, es preciso hacer referencia a ciertos personajes vinculados a los municipios murcianos debido a la importancia de sus obras. Este es el caso del caballero Martín de Ambel y Bernad, del que apenas se sabe nada excepto su peculiar vida en la ceheginera Ermita de la Concepción y la publicación de su obra Antigüedades de la Villa de Cehegín.
Nació en Cehegín, el 6 de abril de 1592, siendo varón único de una familia de cinco hijos. Se desposó a los 22 años, en 1614, con Catalina Gil, en la Parroquia Mayor del municipio, llegando a formar una familia con dos niñas y cinco varones.
En 1623 tiene lugar un suceso que determinaría la posterior vida de Martín de Ambel, al verse envuelto en un duelo y matar a su contrincante. De la confrontación sólo sabemos que fue un asunto de honor y que la víctima fue un tal Alonso de Gógora, alférez mayor y natural de la villa.
A raíz del suceso sangriento Ambel buscaría refugio y asilo en la Ermita de la Concepción, lugar en el que pasaría sus días, posiblemente escribiendo. Debido a la fecha de nacimiento de algunos de sus hijos está claro que no perdió la relación con su familia, pero se desconoce en qué términos se producía esta.
En 1633 muere su esposa y en 1637 Ambel casa en segundas nupcias con Isabel Fajardo.
Su obra, Antigüedades de la Villa Cehegín, se fija cronológicamente en 1657 según declaración del propio autor, y sería concluida justo un año antes de su muerte, en 1660. El autor fallecería en 1661 y sería enterrado en la Capilla de San Juan de la ermita que le había dado cobijo buena parte de su vida.
La obra de Ambel, razón por la que conocemos al autor, es un valioso manuscrito que sería copiado en siglos posteriores en repetidas ocasiones y que hoy día, sigue sirviendo como referencia historiográfica que, aún sin determinar ciertos episodios importantes de la historia de Cehegín y sus alrededores, y con sus evidentes lagunas, aporta datos que pueden delimitar ciertos aspectos de los antiguos relatos de historia y que, en todo momento, pueden servir tanto al historiador como al arqueólogo para la comprobación de ciertas realidades históricas.