La pimienta está considerada la reina de las especias por el altísimo valor comercial que ha representado a lo largo de la historia. Originaria de la India, se extendió por Indonesia y Malasia en torno al año 600 a.C. Muchos siglos después fue traída a Europa por el comerciante griego Eudoxo de Cícico, que se embarcó en una expedición al continente asiático de donde vino cargado de piedras preciosas, azafrán, clavo, jengibre y pimienta, iniciándose así su comercialización. Pronto en los territorios helenos este aromático fruto sustituiría al silfión, mucho más amargo, comenzando a considerarse un producto de gran valor comercial.
El término actual de pimienta procede del latín pigmentum (colorante orgánico), los romanos mantuvieron su uso culinario y afrodisíaco exportándolo inicialmente a Egipto, Norte de África para posteriormente llevarlo a los territorios de Iberia. A partir de este momento la pimienta fue considerada la especia más valiosa por su gran resistencia ya que podía almacenarse muchos años sin sufrir deterioro. Su comercio estaba controlado por genoveses y venecianos, que la importaban por vía marítima desde las Indias Orientales para posteriormente distribuirla por todo el Mediterráneo.
Tras la caída de Constantinopla en manos turcas, en 1.453, se paraliza casi todo el comercio de las codiciadas especias, especialmente el de la pimienta, por lo que, numerosos navegantes del siglo XV salen al mar con el fin de trazar nuevas rutas, como la ruta africana abierta por el portugués Vasco de Gama o el intento de Cristóbal Colón que culmina con el descubrimiento de América.
En España en los inicios de la Edad Media empezó a utilizarse la pimienta como medio de pago de deudas, impuestos o rentas, e incluso podía entregarse como dote para las hijas de nobles y comerciantes.
A finales del medievo el enorme valor comercial de la pimienta se mantiene intacto, hasta el punto de que los estibadores de los muelles de Londres, uno de los principales puertos especieros de Europa, no podían llevar bolsillos ni dobladillos en sus ropas que permitiesen ocultar granos de este cotizado fruto. La pimienta era el producto de mayor importación en Europa, llegando a consumirse del orden de 3 millones de kilogramos anuales, que se empleaban tanto en cocina como en aplicaciones terapéuticas, incluso algunos historiadores llegaron a considerar esta especia como uno de los factores más importantes de desarrollo comercial de la época preindustrial.
Producción mundial de pimienta
Actualmente la pimienta sigue siendo la especia más consumida del mundo con algo más de 2,5 millones de toneladas anuales, aunque la demanda global de este tipo de condimentos ha disminuido en todo el mundo. Los principales productores de pimienta en grano son India (más de 1/3 de la producción mundial), China, Pakistán, Bangladesh y Etiopía.
España se encuentra entre los tres primeros exportadores mundiales, ya que adquiere la especia en grano en los países de cultivo para exportarla entera o molida una vez envasada. Más de una veintena de empresas especieras de la Región de Murcia envasan y comercializan pimienta junto con otras hierbas aromáticas y condimentos como pimentón, canela, clavo, orégano, perejil, etc. Los principales consumidores e importadores de pimienta son EEUU, Unión Europea (con Alemania y España a la cabeza), Malasia, Sri Lanka, México y Japón.