Carmen Conde. Cartagena (Murcia), 1907 - Majadahonda (Madrid), 1996
Carmen Conde nace el 15 de agosto en Cartagena, donde transcurre la primera etapa de su vida, exceptuando el período 1914-1920, cuando se traslada con su familia a Melilla durante seis años, tras la quiebra del negocio paterno.
De vuelta ya en su ciudad natal, Carmen publica sus primeras poesías en las revistas Ley, Sí, y el Diario Poético de Juan Ramón Jiménez, quien le dedicó estas palabras: "Me ha sido usted sumamente simpática por sus cartas y poemas... Es verdad que yo no escribo a casi nadie... ¿Qué ha hecho usted para que yo mire hacia Cartagena sonriendo?"
Unos años después, aprueba unas oposiciones y comienza a trabajar en la Sociedad Española de Construcción Naval (actual Izar) como Auxiliar en la Sala de Delineación, mientras publica sus primeros artículos en la prensa local.
Trayectoria poética
Con 19 años, Carmen comienza sus estudios de Magisterio en la Escuela Normal de Murcia, y un año después, empieza su relación con el poeta Antonio Oliver Belmás, quien le ayuda a encauzar su rumbo poético. En 1929, la escritora cartagenera publica su primera obra, Brocal.
La boda entre ambos escritores se celebra el 5 de diciembre de 1931. Poco antes conoce al poeta Miguel Hernández y edita su segundo libro, Tiempo cenital. La pareja también sufrió algún momento especialmente difícil, como cuando nació muerta su única hija, en 1933.
La escritora cartagenera funda en 1933 la revista Presencia, el mismo año que conoce a Gabriela Mistral (Premio Nobel de Literatura en 1945). Ese mismo año, el poeta Miguel Hernández acude como invitado a la Universidad Popular de Cartagena, fundada un par de años antes por Antonio Oliver.
En 1934 publica Júbilos, prologado por Gabriela Mistral e ilustrado por Norah Borges, hermana del escritor Jorge Luis Borges. Además, continúa su colaboración con periódicos nacionales, como El Sol. Cuando estalla la guerra civil acompaña por varias ciudades andaluzas a su marido, que se había unido al Ejército Republicano y trabajaba en la Emisora Radio Frente Popular número 2. Poco despues regresa a Cartagena y hacia el final de la guerra, se instala en Valencia. Allí pudo seguir cursos en la Facultad de Letras y aprobar oposiciones a Bibliotecas, aunque no llegó a ejercer.
Posguerra
Cuando la guerra termina, Carmen se instala en Madrid con su madre en casa de unos amigos, y prosigue su labor literaria utilizando dos seudónimos para publicar sus obras: Florentina del Mar y Magdalena Noguera. En diciembre de 1945, Carmen Conde y Antonio Oliver se reencuentran en Madrid y es el inicio de un largo período en el que no cesan de publicar trabajos.
Una vez reunido el matrimonio de escritores en Madrid (y vecinos de Vicente Aleixandre), se ocupan en impartir cursos a extranjeros y dar conferencias. Además, Carmen monta una asesoría literaria de la Editorial Alhambra y colabora en las secciones Bibliográfica del CSIC y la de Publicaciones de la Universidad de Madrid.
En 1953 recibe el Premio Elisenda del Moncada por Las oscuras raíces. Un año después, el Premio Nacional Simón Bolívar de Siena por Vivientes de los siglos; y en el año 1967, el Premio Nacional de Literatura, en su modalidad de poesía por su antología Obra poética (1929-1966).
Los reconocimientos a su trayectoria literaria se suceden, pero en 1968 recibe uno de los golpes más duros de su vida: su marido, Antonio Oliver, fallece a los 65 años. Dos años más tarde, por expreso deseo del poeta, Carmen se ocupa de promocionar la edición de sus obras completas.
Será en 1978 cuando la Real Academia Española la nombra Académica de número, ocupando el sillón "K" desde el 28 de enero de 1979, cuando pronuncia su discurso de ingreso en la Academia, Poesía ante el tiempo y la inmortalidad, que fue contestado por Guillermo Díaz-Plaja. Para ella significó un gran reconocimiento profesional, ya que era la primera mujer española que ingresaba en la Academia.
A principios de los 80 Carmen continúa recibiendo premios, asistiendo a homenajes y conferencias e incluso escribiendo, a pesar de que aparecen los primeros síntomas de la enfermedad que le causó la muerte: el Alzheimer. La última etapa de su vida transcurre en una residencia de Majadahonda (Madrid), donde, en septiembre de 1992, redacta su testamento, en el que cede su legado, todos los bienes del matrimonio, al Ayuntamiento de Cartagena. Allí, en la ciudad que le vio crecer, se guarda toda su biblioteca y otros bienes, en el museo que lleva su nombre.
Fallece el 8 de enero de 1996.