La Casa Regional de Murcia en Barcelona
El mes de marzo de 1929 el periódico El Liberal publicaba un artículo de Luis Ponce de León enviado desde la Casa Regional de Murcia en Barcelona. A través de él pedía apoyo incondicional y decidido para sostenerla, argumentando que el Centro era la 'casa para la familia murciana', y que gracias a ella, en la que se reunían y recibían la prensa regional, estaban al día de lo que sucedía en Murcia (Universidad, tranvías...).
En noviembre de aquel mismo año se inauguró una importante exposición de arte en las Galerías de Arte Jorba, de Barcelona. Los murcianos Luis Garay y Antonio Garrigós participaron en el evento con una muestra de su obra. El primero contribuyó con tres cuadros, mientras que el segundo, escultor y fundador de los talleres de Bellos Oficios de Levante, aportó sus esculturas de honda raigambre huertana. Por aquél momento debía hallarse también en la ciudad condal el pintor Antonio Ródenas Rosa, amigo de juventud de Luis Garay y de Pedro Flores. Este Ródenas era hermano del autor del monumento a Salzillo erigido en la murciana plaza de Santa Eulalia.
En el diario La Verdad, José Ballester Nicolás firmaba un artículo bajo el pseudónimo 'Sagitario' con el que se hacía eco, un mes después, del supuesto éxito de los artistas murcianos en Cataluña. Y es que a pesar de no poder comprobar la envergadura de aquél triunfo hoy día, es evidente que sirvió para que la Casa Regional Murciana en Barcelona se volcara con ellos de modo que éstos, a su vez, manifestaron su agradecimiento en la prensa regional.
La Casa Murciana, situada 'con un ambiente grato y positivo' en La Rambla, junto al Liceo, calculaba en unos 60.000 los murcianos afincados en Cataluña. Sus directivos eran Enrique Parra, presidente; Ernesto Sánchez Fortun, vicepresidente y Jesús Molina que ostentaba el cargo de secretario. Entre sus proyectos los había tan ambiciosos como la creación de una cooperativa de consumo, la institución de una sociedad de socorros mutuos por enfermedad y el suministro de información a los centros oficiales de Murcia sobre el mercado de trabajo en Cataluña. Con todo ello se pretendía brindar orientación y asesoramiento a priori, es decir, antes de que nuestros emigrantes abandonaran su tierra natal.
Sensibilizada, como hemos visto, con la cultura y resuelta a encabezar todo tipo de protagonismo en cuanto acontecimiento estuviese relacionado con los murcianos y su Región, organizó en 1934 un homenaje al poeta y periodista aguileño José Martínez Parra.
La Casa de Murcia en Madrid
En Madrid, también la Casa de Murcia puso todo su empeño en apoyar el arte, participando y colaborando con todo movimiento e iniciativa cultural. Por ejemplo, durante los días 7 y 8 de diciembre de 1932 patrocinó una serie de representaciones teatrales murcianas que puso en escena Joaquín García García y dirigió Prast. Los decorados también estuvieron a cargo de artistas murcianos como Mateo Seiquer, Juan Martínez Nicolás o Plaza.
En junio de 1955 se constituyó en su seno una agrupación juvenil denominada La Parranda, organizando un festival musical con la intervención estelar de la soprano Maria Dolores Gil Vera, natural de Beniaján, la 'Voz de Oro', que ya había triunfado en Murcia, Madrid, Nueva York, Tetuán...