El águila real es una rapaz de gran tamaño, la mayor de todas las águilas de la Península Ibérica, llegando a medir más de 2 metros de envergadura. La coloración de su plumaje es marrón, habitualmente muy oscuro, y según la iluminación puede aparecer casi negro, aunque con algunas partes claras en la base de la cola y en las alas, mayores en los más jóvenes, y que van desapareciendo con la edad.
Es un ave que tiene un batear muy potente, aunque su forma más usual de vuelo es el planeado, dando la impresión de una "tabla" planeadora. Vuela incluso con fuertes ráfagas de viento, manteniendo, en estas ocasiones, las alas semiplegadas. El águila real es un ave que, con las corrientes ascendentes de aire caliente, puede perderse, a la vista, a alturas increíbles, en un vuelo planeado circular
Hábitat y distribución
El águila real se adapta a gran número de hábitats distintos, aunque tiene preferencia por zonas montañosas y laderas con precipicios. También es normal que frecuente llanuras y estepas (espartales y monte bajo), cultivos de secano, etc. Suele anidar en salientes rocosos de paredes, aunque también puede hacerlo en la copa de grandes árboles alejados de la influencia humana.
En Murcia aparece en todas las cadenas montañosa importantes, pudiéndose contemplar con cierta facilidad si se está atento a los cielos, en zonas como las descritas anteriormente. Además, es sedentaria, es decir, se presenta a lo largo de todo el año. Nidifica, cría e inverna en las sierras de nuestra Región de Murcia. A escala mundial se encuentra en gran parte de las regiones paleártica y neártica. Y en España falta tan solo en las islas Baleares y Canarias.
Costumbres y alimentación
Se alimenta principalmente de conejos, aunque también de lagartos, perdices, córvidos, y pequeños mamíferos, no desdeñando la carroña. En invierno realiza el cortejo, fingiendo ataques y profiriendo voces agudas, parecidas a un "kiaa".
Protección y conservación
En la actualidad, pese a su protección legal, pues el águila real está considerada DE INTERÉS ESPECIAL, sigue siendo perseguida mediante disparos, el expolio de sus nidos, y el uso de venenos en cotos de caza para el mal llamado 'control de predadores', que las diezma debido a la costumbre de aprovechar la carroña como fuente de alimento. A ello se une la pérdida de hábitats por su transformación (repoblaciones, urbanizaciones, instalaciones turísticas...), proliferación de pistas forestales, tendidos eléctricos... y molestias debidas a la proliferación de actividades deportivas en la montaña (escalada, parapente...) que cada año hacen más difícil su permanencia en dichas áreas.
Vicente Hernández Gil