El mantecado es un dulce de origen andaluz que ha penetrado en la Región de Murcia por su sector occidental.
Aparece en el siglo XVI en las localidades del área central de Andalucía, para aprovechar los excedentes de cereales y manteca de cerdo.
La comercialización del mantecado comenzó en 1870, cuando en la población de Estepa se decidió secarlos para facilitar su transporte y almacenaje. De esta forma, se fue difundiendo la receta por el pueblo, apareciendo en pocos años un conjunto de pequeñas fábricas que fueron abriendo mercado con sus dulces dorados.
Hoy en día existen 30 fábricas de mantecados en Estepa, agrupadas en la Asociación de Fabricantes de Mantecados de la localidad.
Ingredientes para cuatro comensales
200 g de manteca de cerdo
150 g de azúcar
2 yemas de huevo
La punta de una cucharilla de canela
500 g de harina
Modo de Elaboración
Paso 1: Batir
Batir durante un buen rato la manteca de cerdo, añadir las dos yemas y el azúcar. Volver a batir bien toda la mezcla.
Cuando esté todo muy unido incorporar la harina y la canela.
Paso 2: Trabajar
Se trabaja extendiendo la masa sobre la mesa y se corta en la forma que se desee, hay moldes para cortar y darles forma diferente, de corazón, trébol, círculos, etc., por lo general en círculos pequeños con la ayuda de un patrón.
Encender el horno a 180° C.
Paso 3: Hornear
Colocar los mantecados en las placas e introducirlos al horno hasta que estén cocidos y sean de color dorado (20 minutos aproximadamente).
Espolvorearlos con azúcar glass.
Presentación en mesa y acompañamiento
Servir en plato de presentación con blonda. Preferentemente conservarlos envueltos en papel para que no se blandeen.
Pueden acompañar al café o al chocolate de la merienda.
Variantes gastronómicas
Alguna variación en la presentación puede lograrse colocando una almendra sobre los mantecados antes de meterlos al horno. Asimismo se les puede dar sabor añadiendo una cucharada de chocolate en polvo, ralladura de limón, etc.