Celebración: Semana del 17 de enero
La celebración, de posible origen pagano, es un homenaje de agricultores y ganaderos al patrón y protector de los animales. Su organización corre a cargo de la Hermandad de San Antón.
Entre sus actos hay que subrayar la gran hoguera del sábado por la noche, rememorando las que tradicionalmente hacían las gentes del campo para agradecer al patrón el haber mantenido sanos a sus animales. Estas hogueras se hacían a las puertas de las casas con fines propiciatorios; dentro de una tradición que se perdió, siendo recuperarada en los años 80 del siglo XX.
Este acto se suele acompañar de una cena fraternal, en la que predomina el cerdo y sus derivados. Para la ocasión se sacrifican 8 ó 9 de estos animales para agasajar a todos los coperos y visitantes, lo que evidencia el caracter hospitalario y generoso de las gentes de esta pedanía.
El domingo se celebra una misa huertana amenizada por el coro de La Copa, tras la que se efectúa uno de los actos más singulares de la fiesta, la tradicional subasta, que se sirve de las ofrendas alimenticias que previamente y en acción de gracias los coperos han donado; además de la subasta se organiza también una rifa entre los asistentes, destinándose la recaudación de este acto a mantener financieramente esta tradición.
A media tarde se celebra otro evento de gran interés, el 'Baile del Inocente o de Ánimas'. Se trata de un baile de puja en el que a ritmo de pasodobles, jotas o malagueñas, José González Sánchez, 'el Pirulí', ataviado con un atuendo típico del siglo XVIII, anima el baile, además de hacer que lugareños y visitantes se integren en un antiguo ritual que sólo se conserva en La Copa y en Fuente Librilla.
La fiesta concluye con la procesión de San Antón en la que al llegar a la altura del Llano de la Fuente se bendice a los animales, cuyos dueños provienen de la pedanía, las casas de labranza de las inmediaciones y de Bullas.