La Historia del paraje de La Hurona, pedanía de Molina de Segura, está unida a la de la pedanía de El Fenazar ya que, durante siglos, La Hurona fue un ámbito abierto dedicado al agro, cuyo topónimo podría derivar la titularidad de un tal Juan Rodríguez Hurones, propietario de diversos terrenos en su geografía.
Entre las civilizaciones más antiguas que podrían haber poblado Fenazar se encuentran la romana y cartaginesa, ya que su situación geográfica, cruce de caminos y paso a localidades con históricos balnearios de aguas termales como Archena, Mula y Fortuna, podría haber favorecido si no asentamientos, sí el paso eventual y esporádico. Algunas monedas cartaginesas encontradas en hallazgos arqueológicos certificarían de manera material esta teoría.
Documentos de época medieval muestran el topónimo de Los Fenaxares que, sin duda, es el originario de la localidad. Posterior documentación de los siglos XVIII y XIX nos hablan del nombramiento de cargos públicos en la población, lo que nos da idea de su importancia. La población de El Fenazar quedó en el paraje conocido como La Hoya, hasta que a mediados del XX se expansionó hasta la zona actual, cercana a su iglesia. La Hurona seguiría siendo un paraje con escasa entidad de población y muy dispersa, como La Albarda, Comala o La Espada, pero con una relación cercana a El Fenazar.
La localidad de La Hurona se encuentra en pleno Campo de Molina de Segura, en medio de un paisaje agreste, en el que aún se conserva alguna casa cueva, muy cerca de las sierras de La Pila , de Lúgar y de La Espada.
Dos humedales muy importantes se hallan muy próximos a la Hurona, son la Rambla del Chorro y la Rambla del Carrizalejo. En esta última se encuentra una especie de alga rodofícea llamada Compsopogon coeruleus que solamente se ha observado en este punto de la Región.
La flora de la zona se distingue, así mismo, por las plantas aromáticas como el romero y el tomillo, por las especies típicas de ramblas, saladares y pozas como son los tamarindos, la artemisa, siempreverde o el esparto.
En las laderas de los cabezos crecen silvestres las paleras y las tierras de labor están dedicadas al cultivo de olivo y en menor medida al almendro. Un pequeño grupo de casas junto a la carretera integra el núcleo de población de La Hurona, el resto está disperso.
A pesar de ser, por identidad geográfica, un paraje árido de Molina de Segura, sus detalles gastronómicos son similares a los del municipio y vegas del segura.
Los guisos no pueden dejar de lado esta característica de la utilización de hortalizas, ya sea en sus arroces, como el arroz y pava, el arroz y habichuelas, la olla gitana, o en la gran variedad de guisos y hervidos como los hervidos de alcachofas, con distintas composiciones en sus requemados o sofritos.
Como en otras comarcas de la península el cerdo ha sido el animal sacrificado en otoño e invierno para aprovechar de él todo lo aprovechable, preparar jamones y embutidos, y consumir su carne en platos tan típicos como la olleta o las asaduras y arroces con costillejas, no pudiendo olvidar en estos campos molinense las tradicionales migas, tan típicas en épocas festivas.
Código Postal: 30627
Origen: Siglo XVIII
Altura media: 320 m
Habitantes: 25
Superficie: n/d
Centro de Salud:
Centro Periférico de Asistencia Sanitaria Plaza de La Hurona S/N
Urgencias: SUAP de Molina
La agricultura es el sector económico que destaca en esta pedanía en la que predominan las tierras de secano con cultivos olivo y almendro aunque algunas pequeñas parcelas con regadío salpican el paraje. Siendo su cultivo principal el olivo no es extraño que en esta localidad encontremos una almazara artesanal de siglo pasado. Algún vecino se dedica a la cría de un pequeño rebaño de ganado ovino o al sector de la construcción.
Al igual que sus vecinas El Rellano, Comala o La Albarda, La Hurona tiene, además, una casa rural conocida como la "Casa Colorá". Es una casa rural antigua restaurada recientemente que conserva sus paramentos de mampostería. Su cercanía a la Sierra de La Pila y de Lúgar y al Parque Ecológico Vicente Blanes son los ases para cautivar a un turismo atraído por los parajes naturales. Este establecimiento completa su oferta con un campo de Paintball, deporte que en los últimos años se ha puesto de moda.
También hay instalada alguna pequeña empresa relacionada con la actividad agrícola como es un taller de instalación de riegos y de maquinaria agrícola.
Los dispersos habitantes de La Hurona participan activamente de las fiestas del Fenazar, dedicadas a su patrona la Virgen de los Ángeles.
Entre los actos más significativos y queridos entre los fenazarenses, destacan cada año la Novillada, la Misa huertana en honor de la patrona, el Gran Campeonato de caliche y la emotiva procesión con la Virgen de los Ángeles.
El último fin de semana de abril, la imagen de la Virgen de los Ángeles es trasladada en romería desde su templo hasta la ermita de Campotéjar Alta. Allí permanece hasta el primero de mayo, en que miles de personas en carrozas y a pie la acompañan de vuelta a su ermita en El Fenazar. Los vecinos de La Hurona no olvidan tampoco esta cita y se unen a la misma.
Además de la imagen de la Patrona, los romeros portan una pequeña Virgen de Fátima, advocación que suele visitar las casas de los vecinos al comenzar el año, permaneciendo algunos días, tras lo cual se recogen donativos y limosnas.