Los Tárragas se sitúan en la zona interior de San Pedro del Pinatar. No hay datos concretos sobre la Historia de esta pedanía, por lo que para su reconstrucción hemos de referirnos a la de San Pedro del Pinatar, la cual está vinculada a su geografía costera, bañada por el Mar Mediterráneo y el Mar Menor, y a la existencia de salinas, y su explotación.
El descubrimiento de restos de pecios demuestra que existía un elevado tráfico marítimo vinculado a la sal y sus elaborados, como las salazones o la salsa garum, y al esparto, ya que se encontraba situado en el Campus Spartarius o Campo de Esparto (Campo de Cartagena), llamado así por la abundancia de este matorral, que constituiría otro de los productos muy apreciados por los romanos.
La caída del Imperio Romano de Occidente y las posteriores conquistas árabes convirtieron El Pinatar en un poblado pesquero, introduciendo las técnicas de pesca árabes denominadas encañizadas que se mantienen en la actualidad.
Tras la Reconquista cristiana se convierte en una de las zonas en disputa entre Castilla y Aragón y sus salinas quedaron vinculadas a la Corona. El tratado de Torrellas en el siglo XIV lo sitúa dentro de los territorios en la demarcación de Castilla. Estos parajes se convierten en dehesa para el pasto de ganado, por aquí discurrían veredas para su circulación, lo que constituyó una importante actividad económica sumada a los aprovechamientos de la masa forestal existente, de aquí el nombre de Pinatar, y a la obtención de carbón vegetal. En los siglos XVI y XVII se registra un aumento de población, pero muy lentamente debido a los ataques berberiscos que sufría la zona.
En el siglo XVII los franciscanos fundan una ermita para atender las necesidades religiosas de los habitantes dedicados a la pesca, las salinas, el pastoreo y la agricultura de secano. La población pasa a denominarse San Pedro del Pinatar. En el último cuarto del siglo XVIII la población se duplica gracias a la prosperidad relativa del municipio y al proceso colonizador que continúa en el siglo XIX asociado a la existencia de más tierras roturadas, la introducción de nuevos cultivos y una mayor seguridad en la zona. Es en este momento cuando llegan a la zona familias que dan nombre a algunas pedanías de San Pedro. En el último cuarto del siglo XX se duplica la población como consecuencia del crecimiento económico debido al turismo y a la revolución en el campo gracias a la llegada del Trasvase Tajo-Segura, convirtiendo la rala agricultura de secano en una próspera agricultura de regadío en invernaderos.
A partir de la revolución agrícola que sufrió Murcia en el último tercio del XX, y tras las expectativas generadas por la demanda de productos agrarios por parte de Europa, Los Tárragas sufrieron una reconversión de sus tierras de secano. Las favorables condiciones meteorológicas favorecieron la progresiva instalación de cultivos de invernadero, cultivos intensivos con modernos sistemas de riego que aprovechaban los escasos y costosos recursos hídricos de los que se debían proveer. Hoy día, la agricultura intensiva sigue siendo el mayor apoyo económico del pueblo y un gran impulso para su desarrollo, los invernaderos de hortalizas como el pimiento son los más comunes. Junto a la agricultura se han desarrollado con los años otras empresas paralelas del sector, como las dedicadas a la manufactura de esta hortaliza en fresco, los semilleros o las empresas de transporte, además de cooperativas de agricultores organizados para dar salida a los productos. La ganadería caprina y lanar también tiene presencia en la economía de Los Tárragas aunque en menor medida.
En este rincón del Mar Menor, la cocina es variada y sabrosa. El plato más conocido es el caldero acompañado con ali-oli. Los pescados, excelentes, constituyen la base de la cocina de Los Tárragas, ya sean cocinados a la sal o a la espalda como la dorada, la lubina, el mújol, en fritura o en salazón con un gran elenco de mojama y huevas.
Para ello se utiliza el bonito, la caballa, la melva, la corvina y el atún, que, acompañados de almendras, constituyen un magnifico y exquisito bocado. De entre el marisco sobresalen, sobre todo, los langostinos.
Hay embutidos como morcillas, morcones y longaniza; productos típicos de la huerta, zarangollo, perdices de lechuga, habas tiernas con jamón, frito de pimientos y el pastel de Cierva, elaborado con una pasta de harina, manteca y azúcar, relleno con carne de ave y huevos duros.
Para endulzar el paladar: melón, higos, una ración de tocino de cielo o cordiales.
Los Tárragas se encuentran inmersos en un área de secano del Campo de Cartagena, en una llanura con un paisaje de tierras de cultivo intensivo con modernos sistemas de riego. La mayor parte de la vegetación de esta zona se extiende en los terrenos roturados y preparados para los cultivos intensivos bajo invernadero en los que el pimiento es el producto estrella.
El resto de la vegetación se reduce al monte bajo de esparto y a ejemplos esporádicos de especies ornamentales como las palmeras y algunas coníferas. Las paleras de higos chumbos también son frecuentes.
En cuanto a la fauna del lugar, ésta queda reducida al numeroso grupo de las aves (como mirlos, gorriones y palomas), especies de reptiles (como lagartijas colilargas y pequeñas serpientes), y pequeños mamíferos (como ratones de campo, liebres y erizos), que completan parte del repertorio típico de la fauna del lugar.
La inminencia del período estival favorece que las fiestas de San Pedro del Pinatar sean muy concurridas, en verano se celebran las fiestas patronales dedicadas al Santo Patrón. El programa incluye concurso de pintura, verbenas y un recital de flamenco además de procesión y misa solemne. La mañana del 16 de julio se celebra la tradicional romería y procesión en la que tiene lugar el traslado de la Virgen del Carmen a Lo Pagán. La Cofradía de los Pescadores es la encargada de llevar a cabo y organizar la Romería junto con la Procesión Marítima de la Virgen del Carmen. A lo largo de la mañana, el Mar Menor se ve salpicado de fervientes devotos a bordo de engalanadas embarcaciones que siguen a la portadora de la imagen.
Meses antes se celebra la Semana Santa, el Viernes Santo por la noche desfilan los nueve tronos de la procesión del Santo Entierro.