Gilico es uno de los entornos más pintorescos de Cehegín. Ya en el siglo XVII Martín de Ambel nombraba el término de Villares y Gilico, describiendo un paraje natural amplio de pastos y agro de secano. Hoy día Gilico es una zona de explotación minera y sendas de tierra, que conducen a algún caserío decimonónico abandonado, sendas habituales para muchos de los aficionados al senderismo y la bicicleta de montaña. Pero Gilico fue ya habitado por civilizaciones antiguas, tanto en Gilico como en el paraje de Cañada de los Brazos, donde se encontraron hallazgos arqueológicos con materiales que probaron la existencia de distintos hábitats y villas.
Camino a Gilico, aunque en la zona de Calasparra, quedan unas construcciones correspondientes a Baños de Gilico. Conocidos como Baños de San José, la razón de estos baños se encuentra en una fuente natural de agua a la que se llegaron a atribuir propiedades curativas. Esta fuente podría haber sido conocida por los romanos. Aunque hoy día los Baños de Gilico son tan sólo una granja ganadera, durante muchos años fueron utilizados para hacer parada y fonda por muchos ganaderos y viajeros. Fueron abandonados a mediados del pasado siglo XX.
El poblamiento romano nos lleva a pensar que la línea histórica del entorno no debió ser muy distinta de la del resto de Cehegín. Tras esta etapa llegaría la despoblación de época árabe y la repoblación en el siglo XIII pero, más acusadamente, en el siglo XVI y XVIII, momentos históricos en los que estas tierras estaban pacificadas, que habían abandonado los momentos más críticos de un Cehegín cercano a la frontera del reino de Granada.
Sin embargo, además de los grandes campos agrícolas de ese Villares y Gilico que nombra Ambel, y las zonas de pasto, esta geografía no ha sido nunca un ámbito de densa población, y en 2008 apenas se registran cuatro habitantes empadronados. Gilico ha continuado, a lo largo de los siglos, su vocación de ser paraje y lugar de paso, que aún conserva una agricultura de secano y unos ámbitos de minería de hierro, que han interesado a lo largo de centurias.
Teniendo el ámbito de Gilico una parada y fonda en sus Baños, es fácil pensar que sus comensales podían disfrutar de muchos de los platos más característicos de la cocina de Cehegín.
Recetas como el potaje, las migas con tajás (elaboradas con harina y carne de cerdo), el empedrao, la olla de tocino fresco, las carnes a la brasa o en su jugo, así como una gran variedad de arroces, con conejo y caracoles, viudos o con verduras. Y la lista sigue, la pipirrana, el arroz con bacalao, la perdiz escabechada o los asados de carne de cordero, el caldo de espárragos o el famoso rin-ran, las migas con chirrete, el potaje de calabaza, las patatas con calzones, el arroz con apio, etc.
Entre los dulces se pasa de las sencillas tortas fritas de pan, tan comunes en distintos puntos de Murcia, al elaborado alfajor, los cascos de calabaza, las picardías, las yemas de huevo con azúcar o las almendras garrapiñadas.
La explotación de las minas de magnetita fue durante mucho tiempo una de las actividades económicas fundamentales en Gilico. A finales del siglo XIX el aumento de la demanda de materias primas junto con los avances tecnológicos en la metalurgia favoreció una expansión de la actividad minera en la Región de Murcia y también en Cehegín. Fue entonces cuando la minería metálica vivió sus mejores momentos económicos. La crisis económica de principio del siglo XX, que afectó a los principales compradores del hierro de Cehegín, provocó el declive de esta actividad. En la actualidad las minas de hierro de la zona están cerradas.
Hoy en día es el sector agropecuario el que tiene alguna actividad en Gilico. Campos de secano dedicados al cultivo de cereales o almendro y alguna pequeña cabaña de ganado ovino.
Uno de los rasgos singulares de estos parajes de Cehegín es la existencia del yacimiento más importante de magnetita (Fe3O4) de toda la Región de Murcia. La magnetita es un mineral de hierro, contiene un 72% de hierro, con propiedades magnéticas. En este lugar está asociada a pirita y calcopirita. Existe otro yacimiento de prehnita, (Ca2Al(AlSi3O10)(OH)2. Se trata, en este caso, de un silicato que aparece comúnmente en afloramientos de rocas volcánicas básicas de carácter ofítico. Nos encontramos, pues, ante una zona muy interesante desde el punto de vista mineralógico y petrológico.
También podemos encontrar un afloramiento de aguas salutíferas no calientes. Estas aguas tienen un nivel de minerales que no las hace aptas para su consumo pero que pueden aprovecharse sus sales para otros fines.
En cuanto la vegetación de la zona, El Gilico se encuentra junto a un área forestal importante del municipio, la Sierra de Gilico y Cambrones. Los pinares de pino carrasco son la vegetación más abundante. El monte bajo lo constituyen principalmente matorral mediterráneo y en las tierras labradas predominan los cultivos de secano como el almendro y los olivos.