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ARTE Y CULTURA

Auditorio del Parque Juan Carlos I

Cehegín

III Certamen Teatro Aficionado ¿Ciudad De Cehegín¿
III Certamen Teatro Aficionado ¿Ciudad De Cehegín¿

Cien años de teatro en Cehegín. 1840-1936

Poco después de 1840 se levantaba el Teatro Calderón junto a la ermita de Ntra. Sra. de la Concepción con una decoración notable realizada por el italiano Darmont.  Fue todo un esperado acontecimiento aunque hay que decir que Cehegín ya disponía desde antes de 1703 de un Corral de comedias, en el mismo lugar, perteneciente a la Archicofradía de la Purísima Concepción y a su hospital. 

Las ordenanzas municipales que afectaban al uso del teatro se publicaron en septiembre de 1864.  Seis señores de la villa compraron al Estado el inmueble. Fueron: Diego María Chico y Guzmán de Figueroa; Alfonso Chico de Guzmán y Belmonte, Alfonso Álvarez Castellanos, Juan Chico Chico, Santos de Cuenca Rubio y Pedro José Ciller y Quirós.  Además acordaron reunirse cada 25 de diciembre para efectuar nombramientos de Presidente, Tesorero, Secretario, entre ellos mismos y el nombramiento del personal contratado: Interventor, conserje, guardarropa, taquillero... 

La Junta de Gobierno (presidente, tesorero y secretario), tenía la potestad de efectuar la contratación de las compañías de teatro ambulantes y, entre otras ordenanzas, prohibían la contratación de espectáculos como Alcides, Bolatines y otras análogas. Los dueños se reservaban un palco y el derecho de disponer de otros cuatro asientos por función. El patio de butacas estaba provisto de 100 asientos y el telón de boca representaba al dios Apolo en un bosque con el templo de Diana cazadora al fondo. A pesar de tanto gobierno y disposición, todo parece indicar que no debió funcionar nada bien ya que en octubre de 1888 se produjo un movimiento social pro-teatro. El terreno para el nuevo local lo cedió Alfonso Chico de Guzmán y en torno a este personaje se reunieron una serie de accionistas. Tal situación motivó que la banda municipal de música recorriera todas las calles del pueblo compartiendo la alegría del pueblo 

En 1879 fue una compañía local de aficionados la que se hizo cargo de las funciones de teatro con motivo de los festejos en honor de la patrona. En 1890 la Sociedad del Casino organizaba una velada teatral en honor del doctor Mas. La Compañía de Ramón Lemoscuya, cuya esposa era de Cehegín, pasó por el teatro en 1891; aquel año ya habían actuado ambos en el Teatro Apolo de Madrid. A partir de 1892 se sumó al teatro existente el Salón de la Asociación de Amigos del País.

En cuanto las arcas consistoriales mejoraron y siempre aprovechando la ocasión de las fiestas dedicadas a la Virgen de las Maravillas, se contrataba alguna compañía de teatro foránea, tal como sucedió en 1902. En septiembre de 1904 el teatro contrató a la Compañía de Antonio Martínez que de aquí marchó después a La Unión.

En 1918 nacía el Salón Benavente, dedicado a Jacinto Benavente y construido por un grupo de aficionados; tenía capacidad para 300 espectadores pero el escenario resultaba, al parecer, pequeño e incómodo. Todavía en 1929 seguía existiendo el histórico Teatro Calderón, aunque, eso sí, reconvertido en cine tal como le sucediera al Teatro Alfaro (antiguo Salón Benavente). Ambos se dedicaban casi en exclusiva a la proyección de cine a finales de los años veinte; sólo el Alfaro rompió esta tónica poniendo en escena, en enero de 1929, una serie de juguetes cómicos a cargo de la Juventud Antoniana.A comienzos de marzo debutó en el mismo coliseo la compañía cómico-dramática de Manolita Ruíz con "Pepa Doncel" y se anunciaban como futuros estrenos: 'Condesa María', 'Un millón' y 'Tres rosas en tres rosales'.

En verano de aquel mismo año la Compañía Luis Calvo, con el barítono Marcos Redondo en sus filas actuó en este coliseo que también ofrecería su local para los juegos florales o la elección de la Miss Cehegín de 1934, ocasión en la que salió elegida Natividad García Carrasco. En febrero, se presentaba en el Teatro Alfaro la comparsa "Violetas Imperiales" pero además se pusieron en escena dos dramas y se cantaron jotas. Posteriormente pasaron a Caravaca. En 1936 la Compañía Socorro Rojo Internacional puso en escena "Un alto en el camino".