Según Manzano Martínez, los orígenes del poblamiento en la zona de Felix y Purias parecen remontarse a tiempos prehistóricos. Es muy posible que en época romana se estableciese allí una gran villa, relacionada con una explotación agropecuaria.
Ya M. Arcas documentó en los textos islámicos la mención que el geógrafo Yaqut, en el primer tercio del siglo XIII, hacía de Felí: Falis es una de las alquerías de Lorca, al este de al-Ándalus.
Sin embargo, todos los análisis determinan que la entidad del lugar era aún mayor, pues estamos ante los restos de un hisn.
Yaqut, que nunca estuvo en Lorca, recogiendo datos aún más antiguos, no sabía de la existencia de la fortaleza en la época en la que él escribe, por lo que algunos autores fechan la construcción del castillo hacia los últimos años del siglo XII y los primeros del XIII. Esta hipótesis cronológica tendría numerosos paralelos en otros lugares del antiguo reino de Murcia.
Con la incorporación del reino de Murcia a la Corona de Castilla en 1243, las noticias sobre Felí empiezan a ser más claras en la documentación cristiana. Así sabemos que en 1257 el rey Alfonso X el Sabio hacía donación del lugar al concejo de Lorca.
Es muy posible que ya por aquellos años la población de origen musulmán que hasta entonces había cultivado las tierras circundantes hubiese abandonado ya en su mayor parte el lugar. Este abandono de los campos fue ya definitivo tras la sublevación de los mudéjares en 1264-1266. Sin embargo, al parecer, el castillo de Felí, por su importante posición estratégica, continuó cumpliendo determinadas labores de vigía durante la Baja Edad Media en la red defensiva que tenía en la fortaleza de Lorca su bastión principal.