Recorido por la Historia del Templo
Los antecedentes de la Basílica se remontan al siglo XVI, cuando Francisco Roldán, soldado de la Galera San Miguel, con base en Cartagena, se dedicaba ayudado por otros compañeros a recoger limosnas para dar cristiana sepultura a sus compañeros de armas, que fallecían en la ciudad. Más tarde extendió su labor acogiendo a enfermos en una casa alquilada del Arrabal de San Roque, junto a la ermita del mismo nombre constituyendo así una congregación con el título de 'Cofradía de San Roque y Nuestra Señora de la Victoria'.
En 1709 se trasladó el hospital de Arrabal de San Roque a la calle Carril, actualmente de la Caridad, fundándose en 1718 la 'Congregación de Caridad y protección de la Virgen de la Caridad'.
En el año 1723 es enviado a Nápoles el hermano Francisco Irsino para adquirir la imagen de la Virgen de los Dolores. La junta del hospital acordó en 1740 construir una iglesia en el terreno contiguo donde se situaba el cementerio del hospital, ante la gran afluencia de fieles.
Se construyó entre 1742 y 1744 quedando pronto pequeña por la veneración de los cartageneros a la imagen de la Piedad. La dirección de obras de este antiguo templo corrió a cargo del maestro mayor de obras del rey, Pedro Marín, y posteriormente la asumió el arquitecto Marcos Evangelios.
De nuevo resultó insuficiente el edificio y poco más de un siglo más tarde el hermano mayor de la junta del hospital, Don Tomás de Tallarie, ingeniero naval, concibió el proyecto del nuevo templo, siendo aprobado por la junta en 1889. Las obras dieron comienzo bajo la dirección del entonces arquitecto diocesano Justo Millán Espinosa y fue consagrado el 10 de Septiembre de 1893.
Personas Relacionadas con la Construcción del Templo
Tomás E. Tallarie cartagenero ilustre; fue ingeniero naval. Tiene un lugar aquí, como autor de la portada del Arsenal de Cartagena, construida por los años 1865, y como tracista y director de hermoso templo de la Caridad, solemne inaugurado en septiembre de 1893. Su bien proporcionada rotonda y su atrevida cúpula recuerdan a San Francisco el grande.
Justo Millán Espinosa nació en Hellín (Albacete) en 1843. La actividad profesional de este arquitecto en Murcia comienza, en la década de los ochenta. A esta ciudad llega precedido de su fama y honores, obtenidos en su tierra natal y sobre todo, en Madrid, donde recibe medallas y otros galardones. En la capital murciana una de sus primeras obras es la reforma del Rectoral de Santa Catalina, exceptuando la magnífica oportunidad de reconstruir el Teatro Romea en 1879. En 1884 le nombran arquitecto Provincial de Murcia. En 1886 se instala definitivamente en Murcia, donde permanecerá diez años más, para después volver a su tierra natal en 1898 donde murió en 1928.