En 1900, y dado que el reloj de la torre de la Iglesia estaba averiado y no marcaba las horas, Don Joaquín Carreño Góngora, alcalde entonces de la villa, emprendió la construcción de una torre con un reloj que marcase el tiempo para los bullenses a golpe de campana.
Situada en un lugar alto y bien visible, su principal función era regular el horario de riegos con el agua de la acequia principal de la villa, y por ello se orientó la esfera de su reloj hacia la huerta.
Aquella torre, bautizada "de Santiago", y conocida popularmente como la "del Reloj", confería a Bullas su característico perfil de conjunto urbano asentado sobre dos montículos coronados por sendas torres, la religiosa y la civil, que se alzan como símbolos arquitectónicos de ambos poderes.
La Torre tiene 16 metros de altura, con un campanario metálico en su parte superior. Fue restaurada a principios de los años 90 cuando también se realizaron las obras de la Plaza del Reloj, que la rodea.
El Reloj se construyó en Suiza y fue puesto en marcha por el palentino Moisés Díaz, quedando inaugurada la Torre el 25 de julio de 1900 día del Apóstol Santiago. Todos los meses de julio, coincidiendo con la festividad del Patrón de España se celebra en torno a la torre, y en la plaza la festividad de Santiago, quemándose unos muñecos llamados "tarascas".