Este edificio se sitúa en pleno casco urbano de esta pedanía, hoy denominada la Puebla de Mula, antaño Alcalá, creada por los Fajardo bajo el amparo de la fortificación o castillo del mismo nombre. Destaca como una de las más primitivas edificaciones, la llamada Torre o Ermita Vieja de la Puebla.
Se trata de un torreón cúbico, de unos once metros de lado, que en la actualidad aparece flanqueado por viviendas, aunque parece que en su origen fue una construcción exenta.
La entrada se realizaría por la fachada oriental, aunque en la opuesta podemos apreciar un hueco elevado, suficiente para permitir el paso de una persona.
Tanto la fachada norte como la sur se encuentran, hoy, ocultas por viviendas, que han empleado el muro del torreón como medianera.
La puerta de entrada consiste en un arco de medio punto con dovelas de ladrillo, con jambas realizadas con grandes sillares y caliza.
El interior consiste en un solo espacio en planta baja, que está cubierto por una bóveda de sección ligeramente apuntada, que descansa sobre dos pilastras cuadradas con basas y capiteles de piedra.
El hueco de la pared oeste, está enmarcado por jambas y dintel de piedra, desde él arranca una escalera, embutida en el muro, que sube hasta lo que debió ser una terraza.
Este edificio tuvo dos funciones, en su origen, vigilar y defender La Puebla, y permitir los oficios religiosos en su interior. El Concejo muleño, instaló en ella una ermita que se dedicó a María Magdalena.
El origen del edificio es incierto, ni las excavaciones arqueológicas, ni las obras de restauración llevadas a cabo en él, han arrojado un fecha concreta. El abandono durante largos años, y el terremoto de 1999, dejaron el edificio en muy mal estado, siendo restaurado posteriormente.