Caneja
DENTRO DEL PATRIMONIO MURCIANO PODEMOS DESTACAR...Muy cercano al relieve de la Serrata se encuentra esta pedanía caravaqueña de Caneja, de apenas doscientos vecinos y rodeada de unos parajes realmente singulares, con gran abundancia de especies de flora y fauna: pinos, encinas, halcones peregrinos y búhos reales son algunos ejemplos de su rico biotopo.
El origen de esta villa comenzó a ser estudiado en el siglo XVIII, estableciendo su fundación en el siglo V antes de Cristo. Aunque la presencia griega de los fundadores no ha sido constatada por la arqueología, sí existen restos de antiguos poblamientos romanos en Caneja.
Durante el siglo XIII , y coincidiendo con la reconquista cristiana del territorio murciano, esta villa asistió a un desarrollo continuo de su demografía. Los reductos de poblaciones árabes mantuvieron los niveles de población en la aldea hasta la crisis del siglo XVII. Cuando se efectuó la total expulsión de los moriscos en la Península los caseríos de Caravaca sufrieron un considerable descenso de su población.
Durante la Edad Moderna y Contemporánea Caneja se desarrolló al amparo de sus cultivos. Hoy día destaca por la abundancia de sus viveros, los cultivos de secano, especialmente el almendro y sus pequeñas granjas avícolas.
Destaca en el patrimonio de Caneja, las casas solariegas que pertenecen a la familia Escolano.
Las fiestas patronales de la villa se celebran en honor de San Isidro Labrador. Datan de 1982 cuando se construyó la ermita. Antiguamente Caneja celebraba sus fiestas junto a la población vecina de Singla.