Al sur de Murcia, en el área geográfica conocida como campo murciano, se sitúa esta localidad de más de 40 kilómetros cuadrados de extensión que, tradicionalmente, se dedicaron al cultivo del almendro.
Cañada Hermosa es la pedanía murciana con menor número de habitantes, aunque durante la época estival suele ampliarse su demografía con los vecinos que regresan por vacaciones y aquellos que han elegido esta villa para sus veraneos.
El censo de Floridablanca recoge la existencia de esta población ya en 1785. Su topónimo hace referencia a un antiguo caserío, propiedad de los condes de la Real Piedad, al que se llega a través de una antiquísima cañada para el ganado.
La principal característica del paisaje de la localidad es el contraste entre la aridez de los bad lands y el colorido de las zonas con olivares y almendros.
En un paraje de esta villa se sitúa la planta de tratamiento de residuos urbanos de la ciudad de Murcia, cuya producción de biogás permite dotar de electricidad a más de siete mil hogares capitalinos.
Los vecinos de esta pedanía celebran cada mes de septiembre sus fiestas patronales, que honran a la Inmaculada Concepción. Uno de los momentos más emocionantes de los festejos llega con la romería de la patrona por el campo de la localidad.