La remolacha es la raíz de la planta homónima (Beta vulgaris), de la familia de las Quenopodiáceas, característica por un intenso color rojo o morado, dependiendo de la variedad.
Se trata de una raíz profunda, esférica, bulbosa y carnosa, aunque en algunas variedades puede presentar forma alargada o plana. Por lo general, cuanta con un diámetro de entre 5-10 cm, oscilando su peso entre los 80-200 gramos. Las tonalidades que se pueden apreciar en la remolacha van desde el rosáceo al violeta, anaranjado, marrón o rojizo.
Su sabor es dulce debido a la cantidad de azúcares que encierra esta raíz, especialmente en la variedad azucarera, plantada durante siglos en Europa para aprovechar esta circunstancia y obtener azúcar.
Variedades
Existen, básicamente, tres variedades diferentes de remolacha, utilizadas para distintos fines:
Remolacha de Mesa, también conocida como Betabel, Betarraga, Roja o de Huerta. Esta, a su vez, se encuentra dividida, según su forma, en esférica o ilustrada, larga e intermedia.
Remolacha forrajera. Cultivada básicamente para la alimentación animal.
Remolacha azucarera. De tonos blanquecinos, dedicada a la industria azucarera.
Cultivo
El cultivo de la remolacha requiere de un clima templado, con muchas horas de sol y cierta humedad, que interviene directamente en el rendimiento de la cosecha, elevando el porcentaje de azúcar de la raíz.
El suelo también representa un factor importante para la calidad de los ejemplares, siendo los terrenos más adecuados para el cultivo de esta hortaliza los profundos, ricos en pH, con capacidad para retener agua, aireados y sin costras.
En la siembra hay dos fechas clave: primavera, el mes de mayo, cuando la iluminación es mayor; y otoño, desde los primeros días de octubre hasta mediados de noviembre.
Para una recolección en la que se aproveche la totalidad de la planta es necesario seguir tres procesos básicos: deshojado, descoronado y arranque. En la actualidad, en los grandes campos cultivados, estas acciones se realizan con una maquinaria especial, cosechadoras integrales o equipos compuestos.
Propiedades nutritivas
Los componentes más abundantes de la remolacha son el agua y los hidratos de carbono, resultando una hortaliza rica en azúcares, así como una planta con un gran aporte de fibra.
El principal grupo vitamínico presente en la remolacha es el B, destacando los folatos o B9, así como la B1, B2 o riboflavina, B3o niacina y B6.
Los minerales que muestran mayores valores en esta hortaliza son el yodo, sodio y potasio, así como magnesio, calcio y fósforo (esos últimos en cantidades modestas).