El salmonete es un pescado semigraso de la familia de los Múlidos, muy apreciado en gastronomía y caracterizado por su singular tonalidad rojiza.
Se conoce con este nombre a dos especies de la misma familia: el salmonete de roca o Mullus surmuletus y el salmonete de fango o Mullus barbatus.
Como características generales de ambas especies sobresalen un cuerpo alargado y algo aplanado lateralmente; los barbillones en su mentón, órganos táctiles que detectan presas moviéndolos cerca del fondo; tonalidades marrones-rojizas en su cuerpo, que varían dependiendo de la profundidad y época del año (el color rojo intenso lo consigue una vez descamado); así como la talla mínima para su captura, establecida en 11 cm.
El salmonete de roca se denomina también rayado o de buena casta y su tamaño es algo mayor que el de fango (puede llegar incluso a los 40 cm y 1 kilo de peso). A sus tonos rojizos se le añade una banda longitudinal parda bordeada por otras amarillas.
El salmonete de fango, de mala casta o barbado, posee una coloración uniforme y el morro truncado. Su carne es muy apreciada en gastronomía, pero resulta menos compacta y sabrosa que la del salmonete de roca.
Hábitat y alimentación
El salmonete habita en los fondos de arena y fango o de roca (dependiendo de la especie) de las costas atlánticas europeas y el Mar Mediterráneo, alcanzando profundidades que pueden llegar hasta los 120 metros.
Su alimentación está basada en un gran número de especies de pequeño tamaño que va encontrando en los fondos marinos gracias a sus barbillones (entre ellos crustáceos y gusanos). Estos barbillones, situados bajo su mandíbula, son verdaderos órganos sensoriales con los que remueven la arena, tragándosela y expulsándola mediante sus hendiduras branquiales y atrapando en el interior a sus capturas.
Propiedades nutritivas y salud
El salmonete está considerado un pez semigraso, que alcanza los 4 gramos de grasa por cada 100 gr. de porción comestible, con un aceptable contenido en proteínas de alto valor biológico.
En su composición se encuentran vitaminas del grupo B que inciden en el mejor aprovechamiento de nutrientes energéticos, en la formación de glóbulos rojos, síntesis de material genético y producción de hormonas sexuales.
El salmonete supera en niveles de yodo a la mayoría de pescados, contribuyendo al correcto funcionamiento de la glándula tiroides y sus funciones metabólicas.