El boquerón o Engraulis encrasicholus pertenece a la familia de los Engráulidos y, junto con la sardina y el jurel, es uno de los tres pescados azules más consumidos en España.
Posee un cuerpo pequeño, alargado (ahusado) y comprimido, que puede alcanzar los 20 cm de longitud, pero que apenas pesa unos gramos. La talla mínima para su captura es de 9 cm. Tan sólo cuenta con una aleta dorsal, mientras que su aleta caudal queda bifurcada. El lomo o dorso muestra tonalidades de verdes intensos o azules grisáceos, mientras que su vientre luce colores plateados.
En Cartagena el boquerón de pequeño tamaño o boqueroncillo se conoce con el nombre de aladroque.
La anchoa es el boquerón tras seguir un proceso de salazón.
Variedades, hábitat y alimentación
Existen otras variedades similares al boquerón, siendo los más representativos:
Anchoveta del Pacífico o Engraulis ringens. Habita aguas de países sudamericanos como Perú.
Anchoíta o Engraulis anchoita. También de Sudamérica, es la especie de menor tamaño.
Anchoíta japonesa o Engraulis japonicus. Exclusiva de los océanos Pacífico e Índico.
Anchoveta de California o Engraulis mordaz. Exclusiva de los océanos Índico y Pacífico.
Boquerón Aduanero o Encrasicholina heteroloba. Habita en aguas tropicales de los océanos Pacífico e Índico.
El boquerón es una especie pelágica, ya que puede habitar desde la superficie (donde se alimenta) hasta en fondos marinos de 100 metros de profundidad, encontrándolo en aguas del Pacífico, Atlántico, Mar Negro y Mar Mediterráneo. Durante los meses de primavera y comienzos del verano ascienden a la superficie a alimentarse y reproducirse, por lo que sus capturas son más abundantes. Esto se conoce como "La Costera del Boquerón". En esta época su carne contiene un alto nivel de grasas, resultando muy aromática y sabrosa.
La alimentación del boquerón está basada en el plancton, larvas de moluscos y pequeños crustáceos, manteniendo el equilibrio biológico y ecológico de las aguas porque él, a su vez, sirve de alimento para otros peces de mayor tamaño.
Propiedades nutritivas y salud
El boquerón es un pescado azul que contiene 6 gramos de grasa por cada 100 gramos de porción comestible, similar a las sardinas, el jurel o el atún. No obstante, al igual que ocurre con estas otras especies, la grasa presenta un alto contenido en ácidos omega-3.
Como el resto de pescados, es una fuente de proteínas de alto valor biológico, destacando además vitaminas de los grupos B, A y D.
En el grupo B sobresalen la B2, B3, B6, B9 y B12, que activan el sistema defensivo y nervioso, además de facilitar el aprovechamiento de nutrientes como los hidratos de carbono, grasas y proteínas.
Los grupos de vitaminas A y D, liposolubles, contribuyen a una mejor resistencia contra las infecciones y mantienen los tejidos. La vitamina A, además, actúa en el correcto funcionamiento de órganos vitales como el hígado, mientras que la D absorbe el calcio fijándolo en los huesos.
Los minerales relevantes presentes en el boquerón son magnesio, yodo y hierro. El primero posee un ligero efecto laxante y favorece el correcto funcionamiento de intestinos, músculos y nervios. El yodo se relaciona con la regulación de la glándula tiroides y sus numerosas funciones metabólicas como el crecimiento y desarrollo del cerebro en el feto. Finalmente, el hierro actúa en relación a la hemoglobina por lo que facilita el transporte de oxígeno a las células.
Son destacables además los aportes de calcio que proporciona el boquerón o la anchoa si se comen con espinas, proporcionando 10 gramos de esta especie el mismo calcio que un vaso de leche.