Diego Clemencín Viñas (Murcia, 27 de septiembre de 1765 - Madrid, 10 de junio de 1834)
Un personaje poco popular en el ambiente cultural murciano pero reconocido por uno de sus más atrevidos trabajos como comentarista literario es Diego Clemencín Viñas.
Clemencín nació en Murcia un 27 de septiembre de 1755, de ascendencia francesa, realizó sus estudios en el Seminario de San Fulgencio, dedicándose a las disciplinas de Filosofía, Teología y Jurisprudencia; tras ordenarse sacerdote llegaría a ser Catedrático de Filosofía del mismo centro.
En 1788 se trasladaría a Madrid para ser tutor de los hijos de la duquesa de Benavente y del duque de Osuna, administrando la biblioteca de este último y viajando a París para adquirir nuevos volúmenes. Es tras el viaje a la capital francesa cuando deja la carrera eclesiástica, tomando en matrimonio en 1798 a Dámasa Soriano de Velasco.
Estudioso de El Quijote de Cervantes
Fue nombrado académico de Historia de la Lengua en 1800, llevando por título su discurso de entrada en la Academia de Historia "Examen y juicio de la descripción geográfica de España atribuida al moro Rasis". En 1805 comenzaría su vivo interés por la literatura de caballerías, editando en varios tomos su Biblioteca de Libros de Caballerías.
Durante la invasión francesa de la Península, Clemencín escribió en periódicos liberales como La Gaceta Oficial y El Mercurio, y sus críticas abiertas al general Murat lo obligaron a retirarse durante una temporada a una finca de Guadalajara donde comenzaría su obra y ensayo de referencia: sus notas y edición de El Quijote de Cervantes.
Etapa política
Su etapa dedicada a la política tuvo lugar entre 1810 y 1827, años en los que ocupó diversos cargos políticos, fue diputado por Murcia en 1813 y en 1814 fue elegido académico de número de la Real Academia Española. Fue también académico de las Reales Academias de Bellas Artes y de Ciencias Morales y Políticas, y miembro de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Murcia. Durante el Trienio Constitucional (1820-1823) fue ministro de Ultramar y de la Gobernación, y llegó a ocupar la presidencia de las Cortes en 1823. Su ideología liberal molestó a la regencia y Fernando VII llegó a desterrarlo a Murcia, donde residió hasta 1827. Tras la muerte del rey sería nombrado Bibliotecario de su majestad la reina Isabel II.
Pero la epidemia de cólera que asoló el país alcanzó a Clemencín, que murió el 10 de junio de 1834 sin llegar a ver acabada su obra sobre el Quijote de Cervantes. Las 5.554 notas referidas a la obra cervantina ocupaban un total de seis volúmenes y serían los hijos del ensayista y político los que le darían fin en 1839.
El legado de Clemencín
Las notas de Clemencín Viñas quedan ancladas en una visión neoclásica de la obra de Cervantes no siendo tan apreciada hoy día su labor de análisis filológico, que abundaba en correcciones históricas al texto de Cervantes, sin tener en cuenta las características de la gramática utilizada por los autores del Siglo de Oro español. A pesar de estas carencias filológicas, las notas de Clemencín siguen siendo una referencia de gran valor en el estudio de la gran obra cervantina.