Murcia es un territorio muy heterogéneo, que por su situación en el sureste de la Península Ibérica, en la zona occidental del Mediterráneo, presenta unas características orográficas y climáticas locales propias y muy particulares, que inciden de manera importante en la vegetación y flora.
La mayor parte de la Región de Murcia, más del 60%, se encuentra en los dominios de la provincia biogeográfica Murciano-Almeriense y bajo ombrótipo semiárido. Las condiciones ambientales predominantes las conocemos todos los que vivimos en las ciudades de Lorca, Murcia, Cartagena, etc.: 'primaveras cálidas, veranos muy secos, otoños –por lo general– lluviosos, inviernos suaves' que se traducen en muchos días de sol, heladas infrecuentes, temperaturas agradables la mayor parte del año, etc.
Nuestro territorio no presenta grandes elevaciones, pero es una de las regiones más montañosas de España, con numerosas montañas medias y bajas repartidas por toda la provincia. Cuenta con sierras por encima de los 1.000 m en el centro, Noreste y Altiplano; Espuña, Mojantes, Villafuerte, Revolcadores, Taibilla, etc. superan los 1.500 m. El río Segura y su principal afluente, el Guadalentín, constituyen las principales depresiones de origen fluvial. Son valles recientes, con suelos muy fértiles, y dan lugar, el primero, a la Huerta de Murcia en su vega Media y Baja (que comprende sobre todo el sur de Alicante) y, el segundo, a un largo corredor flanqueado por sierras desde Lorca. El campo de Cagitán, en Calasparra, y el Campo de Cartagena se presentan como las otras dos planicies más destacables, el primero con extensos cultivos cerealistas y de árboles de secano, el segundo con una floreciente agricultura de hortalizas, gracias al regadío que permiten las aguas del Trasvase Tajo-Segura.
Murcia se identifica con el sol y la calidad de los productos de su Huerta y sus campos, nuestra seña de identidad la define el azahar, la flor de los cítricos, y el limón, el fruto más importante de nuestra Huerta del que somos mayor productor español y europeo.
Pero esta importante agricultura que nos viene de la época de ocupación árabe se ha compatibilizado hasta hoy con el respeto hacia nuestro medio ambiente, que se ve reflejado en la diversidad de la flora y vegetación de nuestros montes, bien conservados.