Existen referencias documentales de esta pedanía a mediados del siglo XIX, en algunos catálogos y estadísticas referidas a la población del municipio o a los cultivos y reparto de tierras y producción. Las Arboledas, muy cercana al pueblo de Archena, siempre ha sido un área con agricultura de regadío, con cultivos dedicados a los cítricos, albaricoque o melocotón, pero también zona residencial de algunos vecinos que tenían su trabajo en el pueblo o en otras pedanías más prósperas como La Algaida. Por lo demás, Las Arboledas participa de la Historia común del municipio.
Durante la Reconquista del territorio murciano por parte de las Coronas castellana y aragonesa, fue imprescindible la ayuda de las Órdenes Militares, éstas se verían recompensadas con donaciones de tierras. Archena pasó a formar parte de los dominios de la Orden de San Juan de Jerusalén o del Hospital, junto con Calasparra, en el último cuarto del siglo XIII. Se formó entonces la Encomienda de Calasparra con la subencomienda de Archena. La presencia de la Orden se dilataría hasta el siglo XIX, tras un breve paréntesis en el siglo XV en que perteneció a Fajardo "el Bravo", que la conquistó para sus señoríos.
La cercanía de Archena al reino nazarí de Granada, frente a la Corona de Aragón y al Mar Mediterráneo, fue la causa principal de su acentuada despoblación durante los siglos XIV y XV, aunque no la única. A las guerras que Castilla mantuvo contra Granada y Aragón hay que sumarles las propias luchas internas del reino murciano, como la de Manueles y Fajardos, las epidemias de peste que asolaron la zona, las crisis agrarias y las hambrunas que éstas provocaban.
Durante el siglo XVII el municipio volvió a sufrir crisis demográficas y sociales, como la expulsión de los moriscos del valle de Ricote, epidemias y catástrofes naturales. Afortunadamente la disponibilidad de la Orden de San Juan y de los propios archeneros consiguió propiciar la roturación de nuevos terrenos y la realización de obras hidráulicas, consiguiendo así sobreponerse a la crisis. Tanto el siglo XVIII como el XIX vinieron a suponer decididas mejoras en la Historia archenera, entre otras causas por la desaparición progresiva de la Orden de San Juan. Desde finales del XIX las empresas conserveras del municipio decidieron la prosperidad del lugar y zonas anexas, dedicadas casi por completo al agro de cultivos de riego.
La pedanía archenera de las Arboledas es un paraje en el que todavía la huerta no ha sido invadida de forma masiva por las nuevas construcciones. Así perviven las casas más antiguas rodeadas con sus pequeñas parcelas de tierra dedicadas al cultivo de los tradicionales albaricoques de Archena, los ciruelos y los cítricos, o también pequeños huertos de hortalizas con pimientos o tomates, más bien dirigidos al consumo familiar.
En este paraje huertano existió -lamentablemente ya no se conserva- una noria de unos 12 metros de altura que elevaba e impulsaba el agua que luego sería distribuida a través de una compleja red que la conducía hasta el último de los bancales. Hoy el riego en Las Arboledas sigue siendo el tradicional y el agua discurre entre acequias y acequietas como hace cientos de años, abasteciendo las fértiles tierras de esta pedanía.
Las Arboledas disfruta de una cocina típica de toda la Vega Media murciana, cocina que tiene en su huerta sus mayores y mejores recursos gastronómicos.
Los platos típicos de Murcia se cocinan en Arboledas, con especial énfasis sobre las migas, que suelen acompañarse con col cocida y rehogada con ajos tiernos, o con col a modo de ensalada, con aceite y vinagre.
El conejo se sirve en arroces con caracoles, en fritos de tomate o en guisos con gazpachos. El cordero se degusta asado con guarniciones de patatas, y también tienen cabida las pelotas o albóndigas en cocidos o salsas.
Los paparajotes, otro postre estrella de la cocina murciana, también se disfrutan en fiestas y celebraciones durante todo el año y en Navidad surgen la infinidad de dulces típicos, mantecados, cordiales, tortas de pascua y un largo etcétera.
La agricultura ha sido la actividad económica principal de Las Arboledas, hoy en día, siguen existiendo pequeñas parcelas dedicadas al cultivo de frutales de hueso como los albaricoques, los ciruelos o los cítricos y en menor medida al de hortalizas. Es en esta localidad donde se encuentra ubicada la sede de la Comunidad de Regantes Nuestra señora del Carmen de Archena.
Las producciones de frutas y hortalizas tienen tres destinos fundamentalmente, las fábricas de conserva, la exportación y los mercados regionales. Ligada a la actividad agrícola se ha ubicado alguna otra pequeña empresa de instalación y material de riegos.
Están presentes, también, pequeñas empresas pertenecientes a sectores económicos tan diversos como artes gráficas, mármoles, restaurantes o establecimientos de pequeño comercio.
Los vecinos de Las Arboledas celebran unas pequeñas fiestas dedicadas a la Virgen de Lourdes, a cuya advocación está dedicada su ermita, que fue construida a mediados del siglo XX, gracias a la colaboración de todos los vecinos, una pequeña ermita de planta única que se encuentra casi a la entrada del municipio de Archena.
Las fiestas de Las Arboledas tienen lugar, en honor del Apóstol Santiago. No obstante, el domingo siguiente a la festividad de la Virgen de Lourdes, a primeros de febrero, se homenajea a la patrona celebrando un desayuno con chocolate, churros, bocadillos y la actuación de un grupo folklórico, tras la misa dominical.