La Cuerda es un topónimo que hace referencia a una de las fincas de cultivo de la zona donde se ubica este paraje, en el que no hay núcleo poblacional alguno sino casas y residencias dispersas. Pocos son los datos históricos del lugar. La Historia suele hablarnos con más facilidad de lo acaecido en el Valle de Ricote, de la zona más poblada ya en época medieval. El período más destacado por los episodios históricos acaecidos es el medieval. Durante la dominación musulmana se construye la fortaleza y Castillo de Ricote, ya en pie en el siglo IX. En ella se protagoniza una de las insurrecciones contra el dominio omeya del Sharq al-Ándalus. Y desde Ricote partiría más tarde, en 1227, la revuelta de Ibn Hud contra los almohades, llegando a asumir la administración de toda Murcia por un período de diez años.
En 1284, el infante Sancho prometió a la Orden de Santiago la entrega de este territorio, a cambio del apoyo de esta institución a sus aspiraciones a la Corona castellana. Cuando el hijo de Alfonso X el Sabio consiguió el trono, Sancho IV cumplió lo pactado, entregando Ricote y creando la Encomienda de Santiago.
Durante el siglo XVII se produjo uno de los hechos más dramáticos de la Historia de España: la expulsión de los moriscos. Los mudéjares que quedaron en los territorios reconquistados a los musulmanes fueron forzados a la conversión en 1501, pero conservaron parte de sus costumbres y creencias, creándose las comunidades de moriscos, muy numerosos en Ricote. Felipe III decretó, finalmente, en 1609 la expulsión de sus reinos. Los moriscos ricoteños fueron los últimos en salir de España, posponiendo su salida hasta 1614, ya que las Orden de Santiago no veía conveniente la salida de los que se encargaban de la explotación agraria de las tierras ricoteñas.
No sería hasta finales del siglo XIX, con las desamortizaciones del Estado, especialmente la de Madoz, que afectaba a todas las órdenes religiosas, cuando Ricote se libraría del dominio de la Encomienda. A pesar de esta nueva configuración de propietarios en el agro de la Península, los lotes subastados solo permitirían finalmente que nuevos latifundistas se hicieran con los cultivos.
Durante la Edad Contemporánea Ricote era un pueblo de agricultores, dedicado al secano, con cultivos de cereal, almendra, olivo y vid, y a las parcelas hortofrutícolas cercanas al curso fluvial, implantándose también una pequeña industria dedicada al esparto, vigente en toda la Región hasta el primer tercio del siglo XX. En el caso del Campo de Ricote, sus pequeñas aldeas mantendrían una escasa y dispersa población, un territorio amplio pero poco desarrollado en cuanto a su demografía y evolución de infraestructuras, conservándose hoy día, en el entorno de Lichor, una antigua escuela unitaria construida a mediados del siglo XX, que daría servicio a un amplio espacio de territorio.
La Cuerda se encuentra en la parte más occidental del municipio de Ricote, en el linde con Mula y Calasparra. Se trata de una zona sin relieves, a las puertas de los Llanos del Cajitán que tendrían aquí su límite por el este. No hay en esta zona relieves importantes, las tierras son llanas y la fauna y flora es la típica de los ambientes esteparios.
El paisaje está dominado por los campos roturados dedicados a cultivos leñosos de secano como los almendros, las vides y los olivos. En algunas parcelas se planta algo de cereal pero no es un cultivo muy significativo. La vegetación natural la constituyen las especies arvenses que acompañan a estos cultivos (gramíneas, compuestas, crucíferas, etc.), y especies de bajo porte que forman el matorral, entre ellas el esparto.
La avifauna más destacable es la constituida por perdices, cuervos, abejarrucos, cogujadas y algunas rapaces que viven en las sierras cercanas como la de Ricote, y que encuentran aquí su fuente de alimento. Entre ellas se encuentran el halcón peregrino, el águila perdicera o el búho real.
Confituras y conservas vegetales son preparaciones muy socorridas en estos parajes tan alejados de las zonas de huerta y donde es difícil conseguir frutas y, especialmente, verduras y hortalizas frescas. La gastronomía en los ámbitos rurales tiene como denominador común la utilización de ingredientes básicos y el autoabastecimiento.
Sus platos giran en torno al uso del aceite de oliva, los cereales, las legumbres, el arroz, las hortalizas y verduras, la carne, la leche y los huevos. El uso de hierbas aromáticas para condimentar también es un elemento recurrente en guisos, asados y conservas. Algunos platos populares serían las migas con tropezones, el arroz y conejo, los estofados de pollo o perdiz, el asado de cordero o los socorridos potajes.
En zonas alejadas de los núcleos urbanos los postres y dulces caseros también forman parte del acervo culinario. Tortas fritas, almendras garrapiñadas, rollos de vino o flanes son algunos ejemplos.
Como en las zonas colindantes del campo de Ricote La Cuerda tiene en la agricultura la base de su economía. Aquí, el cultivo de la vid para elaboración de vino, Denominación de Origen Bullas, es el más destacable desde el punto de vista económico. En Ricote, según datos del censo agrario de 2005, la uva para vino ocupa 240 hectáreas de superficie frente a la 1260 de almendro, es por tanto un cultivo minoritario dentro del municipio. La variedad de uva cultivada es la Monastrell, está bien adaptada a las condiciones de suelo y clima de la zona y se destina a la elaboración de caldos tintos y rosados. La denominación de origen avala estas producciones que quedan sometidas a rigurosos controles de cultivo.
El almendro también es un cultivo importante en esta zona, pero se enfrenta a muchas dificultades debido a su baja rentabilidad. Sus mayores costes de producción, en comparación con los de la almendra de regadío, hacen de él un cultivo dificilmente sostenible. Las iniciativas que promueven el cambio hacia el cultivo ecológico parecen una solución para levantar una economía deprimida que obliga a los agricultores a abandonar el campo y buscar fuera de él un complemento para sus rentas familiares.
Los escasos habitantes de La Cuerda suelen celebrar en Ricote las fiestas patronales, en el mes de enero y junto a los vecinos del pueblo y numerosos visitantes que llegan al pueblo durante los días de fiesta.
El patrón San Sebastián es homenajeado a través de varios actos religiosos, como horas santas y el novenario. Los vecinos disfrutan, además, de numerosos actos lúdicos que van de las carreras de cintas y juegos tradicionales, a las charamitas y charangas y las modernas discotecas móviles. No faltan tampoco los apuntes gastronómicos con chocolatadas para todos.