Poco sabemos de Doña Inés, excepto referencias documentales del siglo XVIII. Esta pedanía de Lorca está vinculada a la Historia de Coy, de la que se separó en los años 70' del siglo XX.
Los primeros vestigios de Doña Inés son unos útiles fechados alrededor del 120.000-95.000 a. C. y encontrados en las terrazas del río Turrilla.
Este río también fue escogido por los neandertales para sus asentamientos al aire libre, situados en abrigos abiertos en los afloramientos calizos, debido a que estos lugares estaban bien orientados y situados cerca de los recursos más importantes que buscaban estas comunidades: los filones para el abastecimiento de sílex y los puntos de agua estable durante todo el año.
Los primeros asentamientos permanentes se sitúan en la época íbera, desarrollada entre los siglos VI al I a.C., en el poblado de La Tejerita. El establecimiento típico fue el poblado fortificado sobre colinas, fácilmente defendible y próximo a los cursos de agua. Las viviendas solían ser de planta cuadrada o rectangular, separadas por estrechas calles, y podían tener varias habitaciones. Los rituales se realizaban en lugares sagrados al aire libre o en cuevas, donde se ofrecían exvotos a los dioses.
Con el periodo romano se desarrollan villas agrícolas en las proximidades del río Turrilla, algunos de ellos situados en los antiguos poblados íberos. El proceso de romanización potenció la creación de villas en áreas con importantes recursos naturales. En el caso de la diputación de Doña Inés, la elección de los asentamientos se vio favorecida por la cercanía a los montes que los proveía de caza abundante, leña y carbón; además de por encontrarse próxima a las principales vías de comunicación entre el Alto Guadalentín y las comarcas del Noroeste, fundamentalmente con el valle del río Quipar hacía Caravaca.
Tras el pacto de Teodomiro en el siglo VIII con los musulmanes, el territorio permaneció cultivado y en relativa calma, existiendo documentos que prueban la existencia de pequeñas alquerías, que tenían como núcleo más importante de la zona la vecina pedanía de Coy, donde vivían unas 20 familias. La Reconquista del reino de Murcia trajo tiempos de inestabilidad a todo el territorio lorquino y por ende a toda la comarca de las Tierras Altas, debido a la frontera con el reino de Granada. Alfonso X donó todo el territorio, denominado en aquella época Campo Coy al Concejo de Lorca, que incluía el actual territorio de Doña Inés. En 1340 Campo Coy fue vendido al marqués de Villena, D. Sancho Manuel, hijo del Infante Juan Manuel y alcaide de Lorca.
La Edad Moderna trae consigo una expansión agrícola ligada a la finalización de la Reconquista, que continuó hasta los primeros años del siglo XVI, en los que esta expansión agrícola comienza a debilitarse. En el siglo XVIII, las Tierras Altas fueron divididas en diferentes señoríos: como el señorío de los Riquelme en Coy o el de Don Gonzalo Musso en La Paca. Este último, Don Gonzalo Musso Muñoz, un señor afincado en Caravaca, poseía el dominio de toda la comarca, y es su mujer la que daría nombre a la pedanía.
Las fuentes hablan de las casas de Doña Inés como un núcleo con 22 cortijos con una gran fuente de agua. Durante el siglo XIX los campos de las Tierras Altas siguieron inmersos en una economía de subsistencia, y durante el siglo XX la falta de desarrollo de infraestructuras de comunicación determinó la despoblación del territorio, que se ha recuperado en los últimos decenios.
Las Tierras Altas del norte ocupan los sectores norte y noroeste del territorio municipal lorquino y mantienen una altitud media por encima de los 500 metros. En la parte sureste, donde se sitúa Doña Inés, encontramos un territorio relativamente llano donde la acción del ser humano a lo largo de los siglos ha modificado el paisaje a través de la roturación para el cultivo y la ganadería. En las inmediaciones de Doña Inés se extienden kilómetros de monocultivo de secano como plantaciones extensivas de vid y olivo. Además, existen granjas de cría de cerdo.
Las fiestas patronales de esta pedanía lorquina se celebran el fin de semana más próximo al 15 de mayo en honor de su patrón San Isidro. Vecinos y visitantes se dan cita para participar en actividades como la cucaña, la verbena popular, la procesión de San Isidro y la Virgen del Rosario o las tradicionales actuaciones de cuadrillas en las que se da cuenta de degustaciones de la gastronomía típica.
También se celebra la Fiesta de La Vendimia, a finales de octubre o principio de noviembre en la que se conmemora la recolección de la uva utilizada para la elaboración de sus magníficos vinos.
Perteneciente a las Tierras Altas de Lorca su gastronomía está influenciada por la región manchega y el altiplano murciano debido a su clima más fresco y el predominio de una agricultura cerealista y de vid.
La base de esta cocina son las carnes de porcino y, ocasionalmente, las de cordero y cabrito, además de legumbres y verduras, acompañadas por los excelentes vinos que se producen en la pedanía de Doña Inés, incluida dentro de la zona de denominación de origen de Bullas, de gran sabor, puesto que son elaborados artesanalmente por los propios vecinos.
Como buena zona de caza, platos típicos de esta zona son las carnes como el conejo frito con tomate o al ajo cabañil. También son conocidas sus migas con tropezones de salchicha, tocino, longaniza y magra, frito todo en aceite con gran cantidad de ajos tiernos. Este plato se suele acompañar de rábanos, olivas partías, uva o granada.
De la matanza del cerdo también se elaboran otros platos populares como la masamorcilla, elaborado con hígado y asadura, fritos con pimientos y patatas a lo pobre o las costillas adobadas en vinagre, orégano, pimentón dulce y picante y abundante aceite.
El eje de la economía de Doña Inés está basado en la explotación de los productos agrícolas como sus grandes extensiones de cereal, almendros y vid para la fabricación de vino incluido en la denominación de origen de Bullas.
El turismo rural es el sector en auge de la población. En los últimos años han proliferado el número de casas rurales en la diputación y con ellas el sector servicios asociado.