La inexpugnable fortaleza de Lorca está enclavada en las estribaciones de la sierra de la Torrecilla, sobre un cerro amesetado con fuertes pendientes en cuyo lado septentrional discurre el río Guadalentín.
Actualmente se encuentra dominando el casco urbano de la ciudad de Lorca.
Dadas las recientes obras de rehabilitación y restauración es posible el acceso al interior para cualquier persona, además, el castillo es gestionado actualmente por el consorcio turístico Lorca, taller del tiempo, permitiendo el pago de la entrada una completa y entretenida visita a toda la fortaleza.
Características
El llamado castillo de Lorca comprende una serie de estructuras defensivas que, durante la Edad Media, convirtieron a la ciudad y su fortaleza en un punto inexpugnable del sureste peninsular.
Su valor estratégico viene dado principalmente por ser la auténtica atalaya de control de las principales rutas que circulan desde el sur al levante hispánico desde la más remota antigüedad, de ahí el Regni tutissima clavis (llave segura del reino) que reza el escudo de la ciudad del Guadalentín.
En líneas generales, las murallas lorquinas, de fundación islámica, fueron aprovechadas por la Corona de Castilla para constituir el enclave como el principal bastión cristiano en la frontera murciana frente al emirato de Granada. Para reforzar esta condición, a finales del siglo XIII comenzó la construcción de las dos espectaculares torres del homenaje existentes en lo más alto del castillo: la del Espolón y la Alfonsina.
El castillo de Lorca se encuentra catalogado como Bien de Interés Cultural por la Disposición Adicional Segunda de la Ley 16/1985, de 25 de junio del Patrimonio Histórico Español. Esta circunstancia no ha sido, al parecer, obstáculo alguno para la construcción en su interior de una serie de grandes edificios de nueva planta que albergarán un complejo hotelero.